La ciencia, al igual que otras actividades humanas, tiene también sus modas. En Estados Unidos, durante el último tercio del siglo XX, la paleontología pasó en muy poco tiempo de languidecer en la oscuridad de las aulas académicas a salir en las páginas de los periódicos; de ser una grave materia reservada a unos pocos profesores a convertirse en tema de frívola conversación en las reuniones sociales. Mediante la reconstrucción de la azarosa vida de un cazador de dinosaurios, y sirviéndose de múltiples recursos narrativos (cartas personales, informes técnicos, esbozos biográficos y hagiográficos, digresiones científicas, relatos en tiempo presente y pasado), Jorge Ordaz urde una compleja estructura donde erudición y aventura se tienden la mano, logrando un híbrido entre la novela y la historia interna de la paleontología en el que la reflexión y el entretenimiento caminan juntos.
Siglo XIX. La historia de Dimas Pons comienza en Puerto Rico y continúa en diferentes escenarios de Europa y América. En Barcelona, donde se inicia en el mundo de la frenología y el magnetismo animal de la mano del reputado Mariano Cubí. En París, donde frecuenta la bohemia y los llamados «Círculos de la Armonía». En Baltimore, donde trata a pacientes de todo tipo: poetas con dificultades de imaginación, matrimonios y viudas con problemas de alcoba o visionarios que hablan con seres de otros planetas… En su periplo, una aventura vocacional, erudita e irónica, Pons se cruza con amantes, desafíos sobrenaturales, amenazas por brujería, cultos vudú o extraños casos de sonambulismo. Pero una extraña sesión de hipnotismo habrá de cambiar su vida...
Probado es que el frenesí por los libros no conoce límites. Las búsquedas obstinadas y perseverantes, las incesantes compras y adquisiciones, las pesquisas constantes e indesmayables, constituyen el eje y centro de actividad del bibliomano, ese ser abocado a ser victima de aquello que mas aprecia. A diferencia del bibliofilo, el bibliomano no posee los libros, sino que se ve poseido por ellos. No escoge los libros, los amasa. Yo sabia de todos estos especimenes bibliomaniacos y de algunos mas, pero he de confesar que hasta entonces desconocia por completo la existencia de bibliofagos.El anonimo protagonista de estas insolitas confesiones, un liberal atrapado en la turbulencia del absolutismo de la epoca fernandina, vive con una unica y obsesiva pasion: los libros. Pasion que, en gran medida, sera la causa de los mas cruciales cambios en su existencia y tambien de sus mas intensos placeres. En este relato el narrador pasa revista a su pintoresca trayectoria vital, desde su inicial aversion a los libros, que le obliga a destrozarlos, hasta sufrir una pasion desmedida por ellos. Deseo o arrebato, tal vez sufrimiento, que le lleva a devorarlos en el seno del selecto Book eater's club londinense.En las paginas de esta novela habitan excentricos personajes de vidas dramaticas y misteriosas, conducidos por la suave ironia del autor. El particular fetichismo de Jorge Ordaz, sus reflexiones y curiosa erudicion acerca del mundo de los libros, sin duda seduciran al lector, haciendole participar de tan sorprendente inclinacion.
Cuarenta y nueve diablos «superiores y mandamases», cincuenta y siete «intermedios y de oficios» y sesenta y seis diablos «menores y del montón» constituyen este fabuloso y divertido repertorio de la