Silvestre y su padre están de vacaciones. Una noche asisten a un desagradable espectáculo: a unos negros se les impide entrar en una discoteca. Tras el consiguiente tumulto, se hacen amigos de ellos. Poco despues el hermano de uno de sus nuevos amigos es acusado de un robo y, una vez mas, padre e hijo se encontraran en situaciones de maxima tension.
El padre de Silvestre decide tomarse un año sabático y dedicarse a trabajar. Ahora bien, exige que durante ese año también cambie la vida de Silvestre: que haga deporte, se aficione al rock y salga con una chica. Despues de algun concierto de rock y ciertos problemas, todo desemboca en un partido de futbol que centra el mensaje de que cada uno ha de dedicarse a lo que sabe hacer.
Silvestre, a sus catorce años, se ve obligado a llevar una vida agitadísima, porque su padre tiene el socorrido oficio de ladrón. Ambos se introducirán en una secta religiosa que posee un valioso idolillo de obsidiana, para apropiarse de el. Sus deseos se veran frustrados de una forma tan original como sorprendente.
El padre de Silvestre involucra a su hijo en una historia de venganza personal. De este modo, Silvestre vive una trepidante aventura relacionada con el robo y la falsificación de un valioso cuadro. Ademas, el joven conocera a un curioso personaje que enriquecera su mundo afectivo.