"Bizkaia en la Edad Media", obra dividida en dos tomos, plantea una comparación entre la tesis del canónigo Juan Antonio Llorente (Rincón de Soto, 1756, Madrid, 1823) en sus "Noticias históricas de las tres provincias vascongadas", y las respuestas del consultor perpetuo de la Diputacion Foral de Bizkaia, Francisco de Aranguren y Sobrado (Barakaldo, 1754, Madrid, 1808) y del benedictino fray Domingo de Lerin y Clavijo (Cadiz, 1748, San Millan de la Cogolla, 1808), en relacion con la historia de Bizkaia y el origen y naturaleza juridico-constitucional de sus derechos historicos e instituciones forales. La obra de Llorente fue ampliamente difundida y protegida por los poderes publicos, mientras que la censura oficial impidio que la de Aranguren se publicara de manera completa hasta el año 1994; por su parte, Lerin ha sido un perfecto desconocido hasta que el año 2015 las Juntas Generales de Bizkaia publicaron "Obras de fray Domingo de Lerin y Clavijo", con un estudio introductorio del autor de esta obra. En este tomo I, "Un debate historiografico", se hace un analisis muy pormenorizado de los documentos, y se detecta y acredita la existencia de interpolaciones y manipulaciones arbitrarias introducidas por Llorente en casos como el diploma de ingenuidad del rey don Garcia de Navarra de 30 de enero de 1051, y los documentos del arbitraje del rey de Inglaterra entre Castilla y Navarra (1176-1179), entre otros. Llorente defiende que las Vascongadas siempre estuvieron sujetas a los reyes de Asturias, Leon, Castilla o Navarra y, por tanto, sus fueros y cuantas prerrogativas gozaron los vascongados eran consecuencia de gracias y mercedes hechas por los reyes, mientras que Aranguren y Lerin sostienen la independencia originaria de Bizkaia, territorio aparte fundado por pacto entre los vizcainos y los señores. Se debe considerar que los acontecimientos a los que se refiere la investigacion tienen lugar en una epoca feudal, por lo que resulta de imposible o muy dificil encaje tratar de explicarlos con los valores actuales; de ahi que se planteen dudas interpretativas en cuanto a la legitimidad de las confiscaciones o tomas del poder del territorio en diversos momentos: unos, como Llorente, lo justifican por la soberania real; Aranguren y Lerin lo achacan a situaciones de fuerza que no generan ningun derecho.
Ver más