Escribir estos retazos de mis pensamientos, vivencias, inquietudes o reflexiones, supone volcar sobre una hoja en blanco la intención de compartir contigo, querido lector, esa parte íntima que en cada uno de esos momentos ha centrado mi atención. Aunque la totalidad de este libro se puede considerar que contiene cuatro grupos temáticos definidos, que reagrupan una serie de escritos que pueden tener algo en común, cada tema desarrollado es una unidad en sí misma, con su intención, su motivación y su razón de ser. Ninguno de ellos es producto del azar, más bien representa un momento de recogimiento personal para disfrutar escribiendo lo que en ese instante ha sido una experiencia para alguno de mis sentidos: algo que he presenciado, algo que ha afectado a mi sensibilidad, alguna vivencia sensitiva con perfumes olorosos, tonalidades musicales o bellezas coloristas, y, cómo no, algunos momentos de silencio...
TIERRA SECA, título de este libro, es el reflejo de una vida compartida al lado de los excluidos y marginados del nordeste de Brasil, concretamente en Nordestina, en el Estado de Bahía. Aquí acompañó a Miguel, un sacerdote misionero, durante un mes recorriendo esta tierra seca. Juntos visitaron el interior de este Sertão y su gente y aquí está el fruto de este tiempo vivido intensamente en el nordeste de Brasil. El Sertão, lugar seco, donde las escasas lluvias no permiten que dé lugar la vida. La «seca» es un gran desastre. A partir de ella se acaba todo. La tierra se vuelve desierto. La familia se acaba. La «seca» mata la vida y el trabajo se torna inútil campesino en la Caatinga. José Olivero nos va describiendo la dura realidad del Sertão. Para ello, se mezcla con la gente, se hace niño con los niños, joven con los jóvenes y con gran ternura comparte todo con los más mayores; de esta manera llega, en poco tiempo, al corazón de la gente. La falta de agua hace que esta realidad sea terrible para los más pobres. El semiárido brasileño es uno de los mayores del planeta en extensión geográfica y en población. Es un área territorial con mucha irregularidad de lluvias; en consecuencia, la evaporación es superior a la precipitación. La tarea no es luchar contra la «seca», sino aprender a convivir con ella. TIERRA SECA nos hace ver los grandes desequilibrios sociales y ambientales que se dan en esta parte del territorio brasileño, algo que viene sucediendo desde los comienzos de la colonia portuguesa, predominando una economía de subsistencia.
La aparición de la figura de Shirley Mac Lean en la vida del autor, no responde a una casualidad; creo que sus trabajos previos constituyen unas «crónicas de un encuentro anunciado», tanto por la continuidad que mantiene en todos sus relatos como por el aviso que nos hace en su último libro Pequeñas Narraciones; selecciono literalmente el siguiente fragmento: «Pues bien, todo este proceso de vida personal va unido a una actitud que sale de mi propio mundo interior… Esta estructura me va a permitir afrontar de una manera optimista o pesimista la etapa cumbre de mi existencia en la tercera edad que ahora puedo disfrutar o puedo sufrir, dependiendo de cómo haya construido yo mismo esta historia personal.» Aunque ya nos había adelantado algunos de sus retos, todos nos sorprendemos cuando, rebuscando en la «vida», se presenta con una persona que ya se había ido oficialmente de ésta, y de pronto sus lectores, de la mano de Shirley, empezamos a co-construir su historia, a la vez que nos desprendemos de casi todas las cosas superfluas que nos rodean y vamos viendo con otra dimensión todo lo que la naturaleza pone cotidianamente a nuestro alcance. Con su lema «paciencia y constancia, sin perder la alegría de vivir» recibimos una lección sobre la vida; parece como si nos pusiera unas lentes que sólo nos permitiera ver las cosas positivas que nos rodean. Nos enseña a mirar al futuro, a observar a la vida sorteando un problema de tal magnitud que, probablemente, a todos nos provocaría una ceguera.