"Memoria difusa" se adscribe al género de la literatura visual, si como tal puede clasificarse al que acoge una publicación que busca en la exigente escala de grises de las fotografías y en el lance del relato breve, su gozosa razón de ser. La memoria de la guerra civil es el nutriente que da cuerpo a este trabajo, pero no como abstracción ni como categoría política de molesta actualidad: aquí se hace objeto, materia, óxido, mineral moldeado por la intemperie y los elementos, visión distorsionada de un paisaje, fugaz recordación que nos despierta olores y voces.
Entre la ficción y la realidad, viajamos hablando de literatura, de la buena literatura, la de los escritores que la sedimentan, la amparan, la construyen, le dan vuelo, y nos la devuelven en literatura novelada, carne de relato y por eso viva.
La obra novela la peripecia vital del padre de José Giménez Corbatón, a través de un diario que escribió entre 1942 y 1945 y de unas memorias escritas a mediados de los años ochenta. Nacido en Francia en una familia de inmigrantes españoles, Jose y su familia (los abuelos de Gimenez Corbaton) regresaron a España en 1942 espoleados por el impulso de no colaborar con la Francia de Vichy. En España sin embargo se ven obligados a vivir miserablemente y el propio Jose trabaja en las minas de azufre que existieron en Libros, marcha a Melilla a hacer el servicio militar y se instala en Zaragoza, a su regreso, junto a sus padres. "Cuando mi familia salio de la Francia de Vichy y llego a España fueron de Guatemala a Guatepeor, y de hecho mi padre, aunque nunca regreso a Francia excepto en dos ocasiones, siempre conservo la nostalgia por ese pais en el que nacio y donde vivio hasta los 19 años", explica el propio Gimenez Corbaton. "De hecho mi casa siempre fue un trocito de Francia en Zaragoza, y en el libro hago numerosas referencias a la musica y el cine frances de la epoca con los que yo creci". Es una novela que, a traves de su padre, permite conocer bien al propio Gimenez Corbaton. "En todas mis obras hay muchas referencias a mi vida, pero en esta es imposible de disimular, y de hecho tiene mucho de autoconfesion, de como mis raices y mis antecedentes sociales, politicos y economicos me han servido para ser el escritor que soy", explica. Hasta ahora la figura paterna de Gimenez Corbaton se adivinaba en el protagonista de La fabrica de huesos o en alguno de los relatos de Voces al alba, pero en esta ocasion es todo un homenaje a traves de "la historia y avatares de un obrero humilde que vivio en medio de unas peculiares circunstancias a caballo entre la Francia ocupada y la España de postguerra". Pedro Perez, fotografo que ha trabajado en numerosas ocasiones con Gimenez, redondea la obra con imagenes fotograficas y montajes extraidos de las memorias y tambien de los lugares por los que transito Jose, incluida la Masia La Angelina, que todavia existe en Torre Alta (El Rincon de Ademuz), donde vivieron sus padres y sus abuelos.