Un sólo deseo, que surge de una sola pasión moral y estetica, una particular suerte de rica inquietud creadora, se desvela, ahora como en anteriores ocasiones, a lo largo de admirable compositum de elementos tecnico-formales e ideologicos de una varia entidad y significacion que integran las esculturas de Juan Antonio Corredor. Y en ese deseo de permanente busqueda asumida por el artista con una actitud en absoluto excluyente, siempre inquieta y renovada, de continuo sorprendida ante la aventura estetica que constituye la expresion de lo humano, Corredor elegira siempre el ambito de la mas profunda libertad artistica, la que va a definir entre nosotros los valores de la modernidad.