Todas las personas tenemos la necesidad de amar y ser amadas y de disfrutar de nuestra intimidad sin dificultades. Cuando alcanzamos la vejez, mantenemos intactos esos deseos, necesitamos abrazar y ser abrazados, tocar y ser tocados, gozar en el encuentro íntimo con la persona amada, tener a quien querer y ser queridos... Sin embargo, la sociedad, e incluso los propios hijos, muestran prejuicios hacia las manifestaciones sexuales de los ancianos, creándoles numerosas trabas para vivir su intimidad de manera adecuada. En este libro se expone, después de realizar una revisión de las diferentes investigaciones, una nueva concepción de la sexualidad desde la que se defiende el derecho de los ancianos al placer, la ternura, la comunicación y los afectos sexuales. Finalmente, se proponen objetivos, contenidos, actividades y formas de evaluar la educación sexual en esta etapa de la vida.
Los pocos estudios realizados recientemente sobre sexualidad en la vejez se han hecho desde un modelo joven, poniendo el acento en investigar si los viejos son capaces o no de coitar, con qué frecuencia lo hacen, etc.Esta obra presenta una nueva concepcion de la sexualidad desde la que se defiende el derecho de las personas mayores al placer, la ternura, la comunicacion y los afectos sexuales. Desde este punto de vista, entendida como una necesidad de placer e intimidad, la sexualidad en la vejez es extremadamente rica.En la ultima parte del libro se proponen objetivos, contenidos, actividades y formas de evaluar la educacion sexual en la vejez.