Este libro no trata sobre libros. Trata sobre alguien que, a punto de cumplir cuarenta años, sufre, por primera vez en su vida, una monumental crisis de identidad que implica también una paralizante crisis vocacional. Incluso su relacion con los libros, que tan necesarios habian sido siempre para el, se hace ambigua y hasta amarga. Durante esos extraños meses, el protagonista de esta novela solo obtiene un consuelo inesperado en los encuentros que, primero por trabajo y despues por casualidad, tiene con un hombre enigmatico con el que establece una curiosa y asimetrica relacion intelectual, y que despierta en el personaje el deseo de dedicarse a ordenar o completar bibliotecas ajenas, ocupacion en la que, a su vez, ira relacionandose con los seres mas estrafalarios, un verdadero catalogo de desordenes psiquiatricos producidos principalmente por la propia literatura, e incluso por ese mismo libro que estamos leyendo, que a su vez deriva en una cavilacion deliberadamente erratica, en busca de los asuntos esenciales.Juan Marques (Zaragoza, 1980) es critico literario y autor de cinco libros de poemas: Un tiempo libre (2008), Abierto (2010), Blanco roto (2016), El cuarto de estar (2019) y Diez mil cien (2020). El hombre que ordenaba bibliotecas es su primer experimento con la novela.
La poesía de Juan Marqués da un decidido paso adelante hacia el poema de largo aliento, levantando algo así como un diario en verso.Llegado a la mediana edad, el personaje que habla en estos poemas ensaya una suerte de recapitulación indirecta, un balance no deliberado de su juventud. Un tanto inconsciente de sí mismo, el protagonista deambula por un mundo fatigado, por un tiempo espiritualmente pobre, y de ese movimiento introvertido nace una meditación en la que se solapan tiempos y espacios, incluido el futuro remoto, inconcebible, insinuado en el título. Con buen humor y desenfado, a la busca de cierta trascendencia sin solemnidad, pretendiendo hablar de lo sublime que nos ocurre pero interpretándolo sin afectación, los poemas de Diez mil cien despliegan una melancolía sin nostalgia, una memoria sin rencor, un "canto a mí mismo" en el que el yo individual quiere importar muy poco. Con una épica modesta, callejera y como de segunda mano, con cultura secreta, con una ironía natural que no es hiriente pero que puede llegar a flirtear con la vulgaridad calculada, en Diez mil cien la poesía de Juan Marqués toma impulso y da un salto cualitativo, un decidido paso adelante desde un registro más lacónico y cauteloso hacia el poema de largo aliento, más temerario queambicioso, levantando algo así como un diario en verso.
Acaso no sabías de antemano que todo iba a cambiar? , dice un viejo poema japonés. Está lloviendo sobre las cebollas. El cuerpo interpretó como alimento lo que sólo era sed. Acuarela en abril , JUAN MARQUES. JUAN MARQUES (Zaragoza, 1980) es doctor e
Cree en mí, realidad,. igual que yo te acepto como eres.. . Sé que te tengo, alma,. pero por fuera.. . Cuida de mí, canción.. Di lo que yo no pude. cuando puedas.. . Canción , de Juan Marqués.. . Ju