La Alcoba De Alejandra. ANTEQUERA, Luis Horacio de Novela erótica entre un grupo de cuatro personas. LA ALCOBA DE ALEJANDRA ...Tía Alejendra compartía su tiempo entre el amante oficial y la amante "extra". Ella, Helia, a los veinticinco años, no hacía otra cosa que vegetar y soñar vagamente con un posible -aunque desastroso- porvenir literario. Pero, señor, ¿quién le infundiría esas aspiraciones artísticas? ¿Acaso su desconocido padre fu é un escritor o descendiente de un escritor? No pudie n do resolver el problema, optó por re í rse de sí misma y por matar el tiempo imaginando para qué la necesitaría Federico. Al ratito de carcajadas y de tiros, asomó tía Alejandra la carita de recién follada: -Niña, Helia, ¿sabes qué hora es? Helia rompió en sollozos, inconsolable. CAPÍTULO II Que pase, que pase enseguida. Apareció Federico en el umbral. -Helia..., sé que se me ha hecho tarde... -Federico, ¿quién se ha querido morir? -Antes que nada, el notición... No podía creerlo. ¿Por qué iban a acordarse de ella? De ella, casi desconocida... -De verdad; sin falsa modestia. ¿Quién me conoce a mí? ¿Qué he hecho yo hasta ahora? Una novela, unas críticas de arte y dos docenas de cuentos... No es como para creerse con una reputación, y con la reputación de Helia... Venía Federico Alcántara a proponerle la crítica de arte del periódico "El Independiente", un diario relativamente nuevo, pero "casa" de porvenir. -Soy allí hombre de confianza. Le hablé al dir e ctor de ti, le recordé tus cr&a