Un análisis fascinante de la historia de la economía y del pensamiento económico desde un enfoque femenino.Katrine Marçal se enfrenta en este ensayo al gran mito económico que ha configurado el mundo contemporaneo, y nos anima a acabar con el Homo economicus de una vez por todas. Adam Smith, el padre de la economia moderna, escribio que no era por la benevolencia del carnicero y el panadero que podiamos cenar cada noche, sino porque se preocupaban por su propio bienestar; asi, el animo de lucro hacia girar el mundo y nacio el Homo economicus. Cinico y egoista, el Homo economicus ha dominado nuestra concepcion del mundo desde entonces y su influencia se ha extendido desde el mercado a como compramos, trabajamos y flirteamos. Sin embargo, Adam Smith cenaba cada noche gracias a que su madre le preparaba la cena, y no lo hacia por egoismo, sino por amor. Hoy, la economia se centra en el interes propio y excluye cualquier otra motivacion. Ignora el trabajo no pagado de criar, cuidar, limpiar y cocinar. E insiste en que si a las mujeres se les paga menos, es porque su trabajo vale menos ¿por que si no? La economia nos ha contado una historia sobre como funciona el mundo y nos la hemos creido hasta el final
¿Por qué tardamos cinco milenios en añadir ruedas a una maleta? ¿Cómo nos llevaron los sujetadores a la luna? Y ¿cómo sería el mundo si escucháramos a las mujeres? La autora best seller Katrine Marçal nos muestra las sorprendentes formas en que nuestras ideas sobre el genero, muy arraigadas, nos impiden avanzar. Todos los dias se ignoran inventos extraordinarios e ideas innovadoras en un mundo que continua al servicio de los hombres. Pero no tiene por que ser asi. Desde los origenes de los tiempos, las mujeres han tenido un papel clave en la sociedad y han ofrecido soluciones ingeniosas para algunos de los problemas mas irritantes. Recientemente, han sido ellas quienes han transformado la manera en que compramos por internet, revolucionado la vida de personas con diversidad funcional y hecho del cambio climatico una prioridad politica. A pesar de estos exitos, todavia nos cuesta encontrar y financiar ideas rompedoras que podrian cambiar el futuro del planeta, y solo destinamos el tres por ciento del capital de riesgo a proyectos fundados por mujeres. Nuestros prejuicios sobre hombres y mujeres siguen determinando nuestras decisiones economicas. Durante mucho tiempo, hemos subestimado las consecuencias del machismo y la forma en que ha frenado el desarrollo economico y social. La contundente critica de Katrine Marçal deja las cosas claras y nos demuestra como, en tiempos de crisis, la creatividad e inteligencia de las mujeres es precisamente lo que puede salvarnos. Una llamada de atencion sobre los efectos del machismo en la economia y la tecnologia