"Una se llama Morena, la otra Platino. Juntas forman la agencia: ""MORENA PLATINO INVESTIGACIONES DE TODO TIPO"" Su nueva clienta busca a su padre, que desapareció cuando era niña. La investigación no tarda en llevarlas a los Balcanes y a un orfanato donde se recoge a niños víctimas de la guerra para luego buscarles un hogar. ¡Una historia demasiado bonita para ser cierta!."
Lisa Mandel retrata la cruda realidad de los hospitales psiquiátricos de los años 60 en Francia, basándose en el testimonio de familiares y amigos enfermeros en aquella época: establecimientos insalubres, mezcla sin ton ni son de todo tipo de enfermos, tratamientos barbaros...La autora cuenta la vida cotidiana en esas carceles arcaicas y precarias, donde conviven medicos y enfermos, donde se practica todavia el electroshock, la lobotomia o la ?cura de sueño?... y donde abusos y humillaciones son el pan de cada dia.Lisa Mandel ausculta, con un dibujo ligero pero sin piedad, el mundo de la psiquiatria todavia balbuceante, desvelando un mundo aparte, poco conocido, fascinante y escalofriante. Hablando del proyecto inicial, dice: ?Al principio, pensaba hacer algo ligero, envuelto de humor negro, con anecdotas insolitas. Pero rapidamente me enfrente a un universo muy oscuro y perturbador. No era del todo consciente de esa realidad antes de sumirme en ella?.
Con los años 70 llegan reformas en el ámbito de la psiquiatría: el enfermo ya no es un loco, sino una persona que sufre, y los enfermeros se convierten en algo más que los vigilantes de una cárcel. Pero ese acercamiento mas humano a la enfermedad mental tardara muchos años en asentarse y todavia queda un largo camino por recorrer para que mejoren las condiciones de vida de los enfermos.Formaciones mas completas, nuevos metodos terapeuticos, establecimientos modernos: un aire fresco empieza a soplar en la vision y el tratamiento de la enfermedad mental, pero todavia topa con barreras y reticencias; antiguos y nuevos departamentos siguen conviviendo, los jovenes profesionales tienen que enfrentarse a los medicos de la vieja guardia, el papel de la nueva figura del psicologo no termina de entenderse y provoca rechazo