Este volumen se enfrenta a otro de los personajes fundamentales del teatro español clásico: El Rey, porque, efectivamente, los conflictos desarrollados en muchas obras de Guillén de Castro, Lope de Vega, Calderon o Rojas Zorrilla, entre otros autores, no pueden entenderse sin tener en cuenta el papel que juegan los monarcas y que va mas alla de ser protagonista de la justicia poetica imperante en tantas comedias, premiando, castigando o ratificando decisiones ya tomadas por otras personas. Como ya ocurria al estudiar al Gracioso, no se puede hablar del Rey sino de los reyes del teatro clasico, pues el abanico que se nos presenta es de una gran riqueza, desde el rey justo al tirano, desde el rey prudente hasta el rey fantoche Y al lado de estas creaciones, la preocupacion en los filosofos y moralistas, en los teoricos del buen gobierno y en los propios escritores de textos para la escena.Colaboran en el volumen especialistas del tema de diversos paises y el libro se ah dividido, como el del Gracioso, en cuatro apartados: el primero quiere ser una puesta a punto incluso de caracter bibliografico; el segundo esta dedicado a los antecedentes inmediatos del rey en el teatro clasico; el tercero, y mas extenso, a testimonios de los reyes en el teatro del Siglo de Oro, y el cuarto a la pervivencia de los monarcas en la escena posterior.