Estos discursos y conferencias del autor de El asno de oro reflejan su enorme capacidad oratoria y constituyen una buena muestra de la retórica en la Segunda Sofística.Lucio Apuleyo (Madaura, norte de Africa, siglo II d.C.) se inicio en todo tipo de religiones y cultos mistericos, escribio (en prosa y en verso, en griego y en latin) acerca de los mas diversos asuntos y temas, ejercio como prestigioso abogado y conferenciante y acabo considerandose "filosofo platonico", entre la filosofia, el esoterismo y la magia.Y de magia se le acuso: de haberse servido de un encantamiento para seducir a una viuda rica, ya de cierta edad, y casarse con ella. La defensa que hizo de si mismo nos ha llegado en la Apologia, que es tambien el unico discurso juridico de la latinidad imperial que conservamos. En su primera parte, antes de refutar los cargos, Apuleyo emprende todo tipo de digresiones: sobre el dentifrico y la higiene bucal, el elogio filosofico de la pobreza, una teoria sobre la epilepsia..., lo cual debio de desconcertar no poco al auditorio. A continuacion, como disciplinado abogado, examina los documentos y emprende su defensa propia.La Florida, por su parte, es una coleccion de fragmentos de conferencias que pronunciara Apuleyo, en otra de sus vertientes, la de orador deslumbrante y preciosista. Estos textos ponen de manifiesto lo huero de la oratoria en el periodo denominado de la Segunda Sofistica, capaz de desplegar su plumaje a raiz de cualquier pretexto: el relato de un viaje, la agudeza de la vista, las costumbres de los gimnosofistas, el encomio de un proconsul, la descripcion de un papagayo... Todo trivial y anecdotico, frivolo y un tanto insustancial, pero aleccionador reflejo de la latinidad agonica y decadente, en la que Apuleyo es sin duda de lo mas interesante.
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