El orden establecido empezó a legitimarse con argumentos teológicos, luego jurídico-políticos; hoy se fundamenta en los económicos, de manera que la economía se ha convertido en ideología oficial. De ahi la cantinela de que nada mas cabe una politica economica y el caracter infalible de la misma. Los articulos que integran este libro desvelan como la tecnica economica se impuso en la politica gubernamental y anulo la dimension eticopolitica que debe marcar los objetivos de toda politica. Se paso del timido proyecto socialdemocrata de 1982 a una politica neoliberal con escasa atencion a los efectos sociales.Esta es la mirada de un militante socialista que expreso publicamente sus discrepancias a lo largo de estos años, convencido de quemas que ante una crisis politica se encontraba ante una crisis moral.Luis de Velasco es licenciado en Derecho y en Economicas. Tecnico Comercial y Economista de Estado. Ha sido Secretario de Comercio (1982-1986) y diputado socialista (1986-1989). Desde entonces trabaja en el sector privado. En 1994 abandono el PSOE tras dieciocho años de militancia. Colaborador habitual de revistas y diarios, la FUHEM le otorgo el premio de periodismo Joaquin Costa 1992.
En las democracias asentadas, tradicionales, modélicas, hay hechos y tendencias preocupantes. Hay una brecha creciente entre el ciudadano y el político, entre la vida privada y la res publica. Conceptos como el de responsabilidad (accountability y responsiveness) de los políticos, el de la necesidad de su comportamiento ejemplar, el de lo imprescindible de acabar con privilegios e inmunidades, han ido perdiendo vigencia, lo que es grave para la democracia. De confirmarse las actuales tendencias, el conjunto de los políticos y el conjunto de los ciudadanos que hoy tienen elementos de intersección, de contacto, se separarán y llegarán a ser conjuntos disjuntos, es decir, aquellos que no tienen elemento alguno en común. Cada conjunto llevará su vida propia al margen del otro. Este libro trata de estas debilidades especialmente referidas al actual modelo político español. Sus autores, desde la experiencia de la acción política y la reflexión filosófica y ética, nos ofrecen los puntos básicos de este gran debate abierto en las sociedades democráticas actuales.
Ni los mercados ni las entidades, públicas o privadas, toman decisiones. Decir que "el mercado, que la Reserva Federal o que Goldman Sachs ha decidido..." es una abstracción. Deciden, siempre, personas. Son, siempre, personas con gran poder y esas decisiones suponen consecuencias de enorme importancia. La actual crisis económica mundial, que tiene su origen en el sector financiero en Estados Unidos, demuestra claramente esa afirmación. En su origen hay, por un lado, unas conductas, en algunos casos presuntamente delictivas, de grandes capitanes de grandes empresas financieras (los allí llamados "banksters") guiadas por la codicia y aderezadas con la prepotencia y la arrogancia. Del otro lado están las decisiones o no decisiones de los reguladores y supervisores públicos, convencidos a ultranza del dogma de la perfección de los mercados y la inconveniencia de regulación de los mismos. Se produce así una perfecta simbiosis entre lo que genéricamente se denomina Wall Street y esos reguladores instalados en el fundamentalismo del mercado, con consecuencias catastróficas. No para ellos sino para miles de millones de personas en todo el mundo. Detrás y debajo de la crisis de Estados Unidos hay un largo proceso histórico cuyo inicio cabe fijar en el auge económico tras el fin de la Guerra de Secesión. Se va formando la gran nación, la primera po tencia mundial, paradigma del capitalismo que pasa, con sus activos y pasivos, por diversas etapas hasta llegar a la actual de capitalismo de casino, altamente especulativo y desequilibrador. No es posible el análisis de la crisis actual sin contemplar ese proceso histórico porque ahí se va definiendo el alma colectiva del país, su "excepcionalismo" y la conducta de sus clases dirigentes. Y también hay que analizar temas como la globalización, el enorme aumento de la liquidez internacional o los desequilibrios globales, todos ellos caldo de cultivo sobre el que han actuado las causas últimas del desastre, causas últimas sintetizada