A partir de unas cuantas reses bravas traídas de España, los hermanos Llaguno fundaron una ganadería y se empeñaron en lograr en su crianza la bravura y el trapío necesarios para la buena lidia. Con ello lograron desarrollar el toro que ha sostenido la fiesta breava mexicana durante los ultimos cien años. Varios de los mas famosos toreros y ganaderos constataron los resultados logrados a partir de muchos años de empeño indomable, de intuicion y trabajo, no exento de fallas y sinsabores pero siempre tenaz. Y en nuestros dias lo siguen constatando. Luis Noño de Rivera cuenta las andanzas, logros y tropiezos de Antonio y Julian, los hermanos Llaguno, los colores de sus epocas y los minuciosos registros de crianza que les permitieron convertirse en exitosos ganaderos y personajes de leyenda.