En el tercer centenario de su nacimiento, Bárbara de Braganza (Lisboa,1711-Aranjuez,1758), reina consorte española casada con Fernando VI de Borbón, continúa siendo una gran desconocida. Inteligente y poliglota, hablaba seis idiomas. Acorde con las corrientes de la Ilustracion, instauro en el Palacio de Aranjuez una corte de boato y entretenimiento. El pintor frances, Louis Michel Van Loo, la inmortalizo en el lienzo que se custodia en el Museo del Prado: La familia de Felipe V. En lo politico, llego a filtrar con talento lo que el rey tenia que saber y lo que se le tenia que ocultar para no entorpecer su fragil equilibrio psiquico. Pero la gran pasion de esta reina fue la musica. De alumna del gran Domenico Scarlatti, al que llego a igualar tañendo el clave, se convirtio en su mecenas, siendo la inspiradora de las mas de quinientas cincuenta Sonatas que compuso.
Treinta y siete minutos en el atasco es una novela ambientada en el trágico incendio de la discoteca madrileña Alcalá 20. Actual, moderna y atractiva que refleja de manera intimista los recuerdos de unos personajes marcados por la tragedia.
La irresistible atracción que los rostros de un cuadro del pintor español Diego Velázquez ejercen sobre Julia Conde, conductora de uno de los programas radiofónicos de mayor audiencia del país, acaban arrastrandola hacia un profundo estudio del lienzo. En la base de su fascinacion anidan los secretos de un enigma, cuyo desciframiento desvelara una compleja red de relaciones humanas entre quienes creen ser meros compañeros de trabajo, cinco personas que trabajan en unos famosos grandes almacenes y que, a su vez, viven en un edificio del centro de la ciudad.
En el tercer centenario de su nacimiento, Bárbara de Braganza (Lisboa,1711-Aranjuez,1758), reina consorte española casada con Fernando VI de Borbón, continúa siendo una gran desconocida. Inteligente y políglota, hablaba latín, español, francés, portugués, italiano y alemán. Acorde con las corrientes de la Ilustración, instauró en el Palacio de Aranjuez una corte de boato y entretenimiento. El pintor francés, Louis Michel Van Loo, la inmortalizó en un lienzo de calado sicológico sin precedentes que se custodia en el Museo del Prado: La familia de Felipe V. En lo político, llegó a filtrar con talento lo que el rey tenía que saber y lo que se le tenía que ocultar para no entorpecer su frágil equilibrio síquico. Pero la gran pasión de esta reina fue la música. De alumna del gran Domenico Scarlatti, al que llegó a igualar tañendo el clave, se convirtió en su mecenas, siendo la inspiradora de las más de quinientas cincuenta Sonatas que compuso.