"Un pesimista que se precie, pensando que detrás de la muerte puede haber algo aún peor que esta vida (y todo apunta a esta posibilidad, dado que cuanto nos rodea, incluida nuestra propia existencia, parece ir siempre de mal en peor), trata de obtener de la vida el maximo disfrute posible, y busca evitar el dolor, tanto propio como ajeno, en la medida de sus fuerzas. Por eso, algunos de los grandes pesimistas [,] practicaron aquello que Schopenhauer llamaba el "arte de saber vivir", disfrutando, tanto como pudieron, de la literatura, del arte y de la musica, y ayudaron, impulsados por la compasion y en la medida de sus fuerzas, a paliar los sufrimientos y mejorar la vida de sus congeneres, de los animales, y, si me apuras, del reino vegetal, que quizas sea tambien susceptible de algun tipo de sufrimiento". La mirada fragmentada nos ha llevado a separarnos de la naturaleza y considerarnos por fuera de ella. Desde esta concepcion, hemos desarrollado un sistema productivo voraz que quiebra la armonia con los ciclos de la vida. El deterioro de nuestro entorno, el cambio climatico, la contaminacion, el individualismo, la competitividad y la falta de colaboracion son consecuencias de esa mirada sesgada en el fragmento, la eficiencia, la mente. Lo que aqui se plantea es volver a sum
Ver más