Esta obra cuestiona la aparente independencia entre epistemología y psicoterapia. ¿En qué medida el sufrimiento humano y su curación dependen de la forma que tenemos de conocer la realidad? ¿Cuáles son las implicaciones terapeuticas de asumir, como hace el constructivismo, que la realidad no se nos representa directamente como un proceso activo de construccion? El eje vertebrador de este libro es la coherencia entre la orientacion epistemologica constructiva y en enfoque terapeutico propuesto como psicoterapia constructivista. Al postular el proceso activo de la persona en su captacion de la realidad, el terapeuta constructivista se centra mas en las interpretaciones que el cliente ha construido que en la realidad. Para poder propiciar algun cambio en su construccion es preciso contar con metodos para el conocimiento de sus premisas basicas o constructos personales, comprender el mundo desde su propia logica. Esta actitud implica la aceptacion incondicional y la empatia rogerianas, pero va mas alla. El terapeuta constructivista es activo, anima a implicarse en procesos de experiencia determinados tanto dentro como fuera de la sala de terapia, en una pluralidad de tecnicas que se ampara en el caracter integrador de esta propuesta constructivista.