Partidos al medio propone una mirada diferente: tratar de entender cómo se vive en un país que está, desde hace años, en medio del fuego cruzado.En un panorama en el que solo se habla a favor o en contra del gobierno, donde salir de la celebracion oficialista o de la denuncia permanente parece imposible, donde la politica es leida constantemente en clave de una moral que se usa para el autobombo o para la descalificacion, Partidos al medio propone una mirada diferente: tratar de entender como se vive en un pais que esta, desde hace años, en medio del fuego cruzado.En el analisis de esta situacion, Marcos Mayer recorre sin concesiones las declaraciones de politicos, periodistas e intelectuales; la forma en que los medios arman eso que venden como realidad; los libros historicos y los periodisticos que se escriben en estos tiempos; los autores preferidos a la hora de citar.Muchas veces con ironia, siempre con honestidad frontal, desnuda las formas que asume una cultura politica que lleva al cansancio y a la imposibilidad de imaginar y proponer las soluciones que hacen falta.
Las ideas de Proudhon, Bakunin y Kropotkin, que parecían sepultadas por la historia, en especial a partir de la segunda mitad del siglo XX, recuperan gran parte de su vigencia. Crece la cantidad de banderas libertarias en las manisfestaciones contra la globalización y las corporaciones, sus postulados aparecen en los deabtes contemporáneos sobre el neoliberalismo o la ecología, se multiplican los grupos de Internet que, de hecho, adhieren a sus principios. E intelectuales como Michael Foucault, Gilles Deleuze, Osvaldo Bayer, Noam Chomsky, Murray Boochkin... reconocen en sus trabajos la herencia de los primeros ácratas. La historia que construyeron los anarquistas en su pelea contra el poder y la opresión del Estado, que alcanzó su punto más alto en las Comunas campesinas de la España prefranquista, afecta también al mundo de la cultura y forma parte fundante de las vanguardias artísticas del siglo XX y también de algunos fenómenos de la cultura popular, como el movimiento punk. En el texto de Marcus Mayer, acompañado de los notables dibujos de Sanyú, Anarquismo para principiantes recorre la historia y las influencias de este movimiento que ha demostrado, con sus contradicciones y tropiezos, pero también con una notable imaginación y un incansable espíritu de lucha, que aún tiene mucho para aportar a la escena contemporánea.
John Berger plantea una perspectiva del arte que busca recuperar la experiencia tanto del creador como del espectador. El capitalismo actual ha hecho desaparecer la relación entre el presente y el pasado, aboliendo así toda posibilidad de pensar el futuro. A través de sus novelas, cuentos y ensayos, Berger ha trazado algunos de los caminos posibles para volver a anudar esas dimensiones del tiempo que son, en definitiva, las que dan sentido a la vida. Su pensamiento reúne las ricas tradiciones de la escuela de Frankfurt con la filosofía de Heidegger y los aportes del marxismo, para proponer una lúcida crítica que va a contramano de formalismos y estructuralismos para recuperar el sentido del arte y de la literatura como experiencias liberadoras. En sus narraciones y ensayos puede leerse una línea coherente que descubre el mundo a medida que lo comenta y lo cuenta.