Desde la optica de la historia social del poder nos centramos en el estudio de la clase política en la Asturias de la Edad Moderna; nos interesan las oligarquías municipales, así como la estructura del poder local y el ejercicio del mismo. La venta de oficios publicos por los Austrias trajo la afirmacion en el poder de las noblezas locales; ademas la patrimonializacion de los cargos llevo a la reproduccion del sistema, al frecuente desinteres por el gobierno y, en definitiva, a la crisis de la institucion municipal. El analisis se completa con la gestion realizada por las citadas oligarquias en cuestiones de relevancia, dadas las amplias atribuciones de los gobiernos municipales en la Edad Moderna.Se incluye un estudio sobre asturianos emigrados a America y su integracion social y politica en las elites americanas.
La nobleza fue el grupo dominante y dirigente de la sociedad asturiana durante el Antiguo Régimen. Uno de los objetivos de este libro es el conocimiento de las bases económicas sobre las que la nobleza asienta su hegemonía. Sus patrimonios eran básicamente rústicos; sus ingresos procedían de rentas de la tierra, mientras apenas prestan atención a la actividad industrial y comercial. En gran medida la tierra estaba en manos de la nobleza e instituciones eclesiásticas y la condición mayoritaria de los campesinos era la de arrendatarios. Todo ello dificulta el desarrollo de la economía asturiana. Otro de los objetivos es analizar algunos mecanismos que permiten el ascenso de ciertas familias; el servicio a la Corona y a la iglesia lleva a la promoción de la casa Valdés de Salas, que pronto va a pasar a nobleza titulada; el impulso partió de don Fernando de Valdés, fundador de la Universidad, que llegó a tener gran poder y riqueza. A veces el ascenso, especialmente para los segundones, procedía de la emigración a América, llegando algunos a conseguir un título; a menudo sus capitales tenían su origen en el comercio. Otras veces los nobles optan por la vida militar; así vemos cómo en el siglo XVIII algunos asturianos se hacen Guardias Marinas, enlazando con la tradición de marinos de muchos nobles asturianos del siglo XVI. Esta obra, coordinada por María Ángeles Faya, profesora titular de historia moderna de la Universidad de Oviedo, reúne las contribuciones de varios autores (Lidia Anes, Juan Díaz Álvarez, Irma González Sánchez y Evaristo Martínez-Radío), especialistas en la nobleza asturiana y miembros del equipo de investigación en torno a esta temática.
Esta es una obra de historia social centrada en la Asturias de la Edad Moderna. Analiza sobre todo a la nobleza y su vinculación con la vida militar. Tradicionalmente se ha manejado el tópico de una nobleza rentista de la tierra y a menudo ociosa. Últimamente se tiene en cuenta su faceta política, es decir, su cuasimonopolio de los gobiernos locales, así como también sus actividades al servicio de la Corona. La carrera jurídica y la militar fueron dos vías importantes de ascenso social para este estamento. Desde este enfoque se estudian aquí las principales casas nobiliarias asturianas, algunas de las cuales consiguieron acceder a la nobleza titulada. Nos hemos fijado en la participación en la milicia de muchos nobles, incluso desde un punto de vista biográfico, teniendo en cuenta la especial vinculación que Asturias tuvo con la Armada.
En este libro se muestra el entramado social y político del Principado durante el Antiguo Régimen; es una Asturias básicamente rural, de nobles y campesinos. Se destaca a los principales actores sociales, a la capa alta de la nobleza y se analizan sus relaciones con el resto de la sociedad. Riqueza, poder y honor caracterizan al grupo nobiliario. La obra se centra, en primer lugar, en la afirmación del rango social. En este sentido, una parte del trabajo trata sobre los caballeros que consiguen un hábito de orden militar, a menudo segundones de las casas nobiliarias, destacando sus servicios a la Corona, bien administrativos, bien militares. Por otra parte, la nobleza va a afirmarse en el control de importantes parcerlas de poder tanto provincial como local; se analizan sus formas de dominio, a menudo unidas a alianzas familiares y fidelidades personales de carácter señorial o clientelar. También se fija la atención en el enfrentamiento social; hay una abundante litigiosidad con los pueblos, pero la justicia real es insuficiente, especialmente hasta el establecimiento de la Audiencia en 1717. La afirmación de la nobleza es causa de situaciones paraseñoriales y de la apropiación de comunales de los pueblos, lo que explica la progresiva debilidad de las comunidades rurales.