(Els Reguers, Tortosa. 1968). A muy temprana edad tuvo que hacerse cargo de la vaquería de suspadres. Después de casarse dedicó dos años de su vida, junto a su marido, alvoluntariado en hospitales de toda España. Más tarde ha trabajado en diversasocupaciones, siempre que su estado de salud se lo ha permitido. En 2006 se lediagnosticó un cáncer de mama que posteriormente se complicó y le produjouna insuficiencia cardiaca terminal, lo cual obligó a los cardiólogos del Hospitalde Bellvitge a buscar medidas extremas e implantarle un corazón artificial.
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Una historia de fortaleza vital desde el corazón de un hospital Maria Cinta Barberà, a sus escasos cuarenta años de edad, ha tenido que enfrentarse a numerosos episodios de enfermedades que la han llevado al borde de la muerte a ella o a sus hijos. Cuando todo parece haber llegado a un cauce de tranquilidad, la vida la enfrenta a una nueva prueba: un cáncer de mama cuyas consecuencias derivarán en una insuficiencia cardiaca que hará necesaria una intervención extrema. Al no ser posible un transplante en una persona que está recibiendo quimioterapia, los cardiólogos de Bellvitge implantan a Maria Cinta un corazón artificial que, como si fuera un «fisioterapeuta» interior, la va a mantener con vida hasta que su propio músculo cardiaco, casi milagrosamente, se recupera en menos de dos meses y empieza a funcionar de forma autónoma. Esta es la historia de superación de una mujer extraordinaria que ha sabido mantener la vitalidad, la alegría y la fuerza a pesar de los numerosos obstáculos que la vida ha interpuesto en su camino y el de su familia.
Quan tot semblava haver-se posat a lloc per última vegada, la vida la va enfrontar a una última prova: un càncer de mama les conseqüències del qual van derivar en una insuficiència cardiaca que va fer necessària una intervenció extrema ja que no era possible un trasplantament. Els cardiòlegs i cirurgians de Bellvitge van implantar a Maria Cinta un cor artificial que, com si fos un «fisioterapeuta» interior, la va mantenir amb vida fins que el seu propi múscul cardíac, gairebé miraculosament, es va recuperar en menys de quatre mesos i mig. I el cor de la Maria Cinta va començar a funcionar. Aquesta és una història de superació d´una dona extraordinària que va saber mantenir la vitalitat, l'alegria i la força malgrat els nombrosos obstacles que la vida va interposar en el seu camí i en el de la seva família. Una experiència vista a través del prisma intel"ligent, reflexiu i commovedor del seu fisioterapeuta i amic Esteve Bosch de Jaureguízar.