El trabajo docente es complejo ya que los objetivos propios de la tarea educativa se ven atravesados por la situación social y familiar de sus alumnos. Hoy, la violencia en la escuela se ha convertido en una problemática habitual; sin embargo, es necesario distinguir la violencia producida por la escuela -la llamada violencia institucional- y la violencia familiar, que se manifiesta a través de los alumnos y sus dificultades de aprendizaje y conducta. El papel de la familia en la crianza, apoyo, orientación y socialización del niño es vital, pero dado que no siempre existe dicho apoyo, otras instituciones, como la escuela, deben cubrir estas demandas. Los maltratos traen como consecuencia problemas físicos y emocionales, así como el atraso en el crecimiento, falta de empatía, apego inseguro, trastornos de conducta, coeficiente intelectual por debajo de lo normal, lenta adquisición de habilidades cognitivas y sociales, déficit del desarrollo del lenguaje, conductas agresivas y violencia entre pares. En tal sentido, la acción de la escuela resulta fundamental para romper el circuito de la violencia. En este libro la autora presenta datos acerca del impacto del maltrato en alumnos de las escuelas de la ciudad de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires, sus manifestaciones más frecuentes, los factores de riesgo, las características de las familias en las que hay episodios de violencia. Se brindan sugerencias para el trabajo docente -que nunca debe ser aislado-, destacándose la importancia del trabajo en red, y se ofrecen pautas para detectas los casos de agresión física o emocional y derivarlos de acuerdo con la nueva normativa legal. Este texto servirá de apoyo al docente en su tarea cotidiana, para poder enfrentar la problemática del maltrato infantil y las angustias que éste suscita.
El problema del maltrato infantil requiere de dos ejes fundamentales: la prevención y la investigación. Aunque la investigación debería acompañar y guiar a la prevención y asistencia, ello no ha ocurrido, y nos hemos guiado por la abundante bibliografía anglosajona, muchas veces no adaptada ni adaptable a nuestro contexto sociocultural. Las secuelas que las situaciones de maltrato infantil dejan en el niño, en su cuerpo y su aparato psíquico, y las consecuencias en su integración y desempeño social, llevan a una creciente desvalorización, a inseguridades, temores y reacciones violentas, que predisponen el desarrollo de un adulto que reproduce la situación de maltrato. Todo lo que pueda intentarse para cortar este circuito de violencia resultará fundamental. A ello apunta esta investigación.
"Creemos que este texto logra hacernos avanzar en una dimensión del problema apenas visualizada: la de la prevención. (...) La prevención que se intenta promover cabe a instituciones que tienen diversas tareas con la niñez y con la sociedad en su conjunto: la escuela, los servicios de pediatría, los medios de comunicación...; en fin, todos los espacios en los que transiten niñas, niños y adolescentes. Comenzando, claro está, por las propias familias que ejercen la crianza. (...) La metodología empleada por las autoras, que implica la escucha atenta de niñas, niños y adolescentes, nos permite conocer directamente a través de ellos cuáles son los sentimientos, los afectos, las representaciones que activan cada vez que son víctimas de malos tratos. (...) Aquí, se transcribe con rigurosidad 'lo que a ellas y ellos les pasa' cuando son sometidos a sutiles o graves malos tratos. (...) Este libro se constituye en un gran aporte para todos los que se propongan trabajar en la comprensión de este serio problema social, y particularmente quienes se aboquen a la necesaria tarea de prevención. (...) Quizá así, revisando y rechazando la tan naturalizada violencia, logremos contribuir a la formación de generaciones que desde el amor y el afecto sean capaces de relacionarse con la niñez y dejar como herencia un legado capaz de habilitar relaciones para el disfrute de espacios armoniosos." (Matilde Luna) "Éste es un libro que debería formar parte de una hipotética 'escuela para padres, madres y educadores/as', ya que la profundidad de su propósito desnaturalizador de los malos tratos hacia la infancia merece tener un impacto pedagógico para la revisión y el cambio de ciertas estructuras que caracterizan los vínculos intergeneracionales. La discusión acerca de los malos tratos hacia niños y niñas es importante, y debe permanecer en la agenda de instituciones públicas y medios de comunicación. No obstante, si el cuestionamiento se detiene allí, corremos el riesgo de quedarnos en l