Los textos del presente volumen forman parte del ciclo de conferencias sobre Pedagogía crítica"Malestar y Ocultación", celebrado en la Universidad de Lleida del 28 de febrero al 17 de marzo de 1997.Els textos del present volum formen part del cicle de conferencies sobre Pedagogia critica Malestar i Ocultacio, celebrat a la Universitat de Lleida del 28 de febrer al 17 de març de 1997.
La propuesta teórica que realiza la autora es la de dotar de carácter materialista y conflictivista el concepto de género. La perspectiva conflictivista indica que los géneros no se sitúan en un eje que va de lo femenino a lo masculino, sino que son dos categorias contrapuestas y mutuamente excluyentes. Su caracter conflictivista implica que los desarrollos que se realicen utilizandolo no dan la igualdad como solucion a la desigualdad entre los generos, ino una desaparicion de las diferencias de genero, resituando las diferencias en el ambito de lo individual. Esto significa que lo previamente denominado masculino o femenino seria patrimonio de cualquier individuo independientemente de su sexo.
Entre las mujeres se constata un clima de resentimiento relacionado con las dificultades para acceder a trabajos remunerados, para participar políticamente, para obtener salarios equivalentes a los de los hombres. Y también con la resistencia de los hombres a asumir las responsabilidades domésticas. Bajo esa hostilidad late un sufrimiento que no se explica por la pobreza relativa de las mujeres, ni por su sobreexplotación, sino por la falta de respeto que los hombres manifiestan en sus prácticas hacia los cuidados cotidianos de la vida humana. La hostilidad es recíproca. La paulatina autonomía de las mujeres provoca la perplejidad y el miedo de los hombres, la huida del compromiso afectivo o la defensa. Ese desencuentro apenas tiene soluciones basadas en la buena voluntad. Porque el ejercicio de la ciudadanía requiere estar dotado de infraestructura doméstica, de alguien que se ocupe de la casa para que sea un hogar, que esté disponible para sostener los daños emocionales y morales que genera la participación en esferas donde la competencia es feroz. El modelo de ciudadanía contiene la externalización de los costes del cuidado de la vida hacia las mujeres. Buscar soluciones personales al sexismo, por no hallarlas, conduce a la simulación por temor a ser el único o la única que fracasa en sus relaciones personales. ¿Dónde ha quedado el viejo lema feminista «lo personal es político»? ¿Dónde el compromiso personal, activo, en la búsqueda de soluciones para la vida en común?
Es habitual presentar las relaciones afectivas, sus dificultades y conflictos como si sólo pertenecieran al ámbito de lo personal, y como si las únicas soluciones posibles fueran las individuales, de los propios interesados o de los especialistas. Sin embargo, la raiz inmediata de las dificultades entre mujeres y hombres, progenitores e hijos, hay que buscarla en los procedimientos mediante los cuales se ha constituido la familia y el papel que esta tiene asignado en la sociedad. Se ha propiciado la desconfianza en la eficacia de la accion colectiva, a traves de la participacion politica y social, para realizar la aspiracion a una buena vida. Se tiende a concebir la vida social como amenazadora, incluso dañina, y a dar por supuesto que la familia y las relaciones personales son o han de ser un refugio, un remanso de paz en el que retirarse para recuperar las energias y la capacidad de enfrentar los problemas que genera la vida en sociedad.En Cuando los amores matan, la sociologa Maria Jesus Izquierdo reflexiona sobre las condiciones sociales que hacen posible el aislamiento afectivo de nuestro tiempo, lo que conduce a advertir que la autoayuda, el arte de darse una buena vida, reside en la capacidad de reconocer nuestros problemas, de no explotar emocionalmente a la gente mas proxima, usandola como excusa para...