Los misterios de la vida adulta en los estertores del franquismo a través de la mirada de un niño. A comienzos de los setenta, la vida de un niño como Manu transcurre entre la casa, el barrio y el colegio sin grandes sobresaltos, hasta que un día caen las primeras nieves y, con ellas, su mundo y el de su hermano Jonás, el Microbio, se pone cabeza abajo. Desde la perspectiva fragmentada y miope de los doce años, su mirada se revela como una vía insospechada para comprender la enigmática vida adulta y encajarla en la suya: los amigos, el matón del colegio, las batidas por el descampado, la administración de las pagas, los juegos... Son los años en que las madres embutían a sus hijos en un insufrible verdugo de lana para ir al colegio, los años del atentado de Carrero, los años en los que un régimen agotado mantenía sus ruinas sobre una sociedad que soñaba con el día en que por fin se viniera abajo.
Nire familia marrazteko orri handi-handia behar dudalako. Asko gara eta –esan zuen Paulak– ba… amak beti esaten dit nire familia dela mundu honetan gehien maite nauten guztiak
Es que para pintar a mi familia necesito un papel más grande porque somos muchos, dijo Paula... Si no ¿cómo podré pintar a Yang, que vino de China para ser hija de la tía Julia y el tío Jonás? También necesito una luciernaga que brille como la lampara que Miguel, el novio de mama, deja encendida en el pasillo para que no me asuste cuando duermo. Es que mama siempre me dice que mi familia son los que mas me quieren en el mundo