Una periodista, Liberta, habitual en los juzgados y depósitos de cadáveres, se encuentra con una serie de carpetas que han sido halladas por la policía sobre el cadáver de una persona que ha aparecido en el río Manzanares. Las carpetas contienen las historias contadas por unos "cicerones" que desde el siglo XVI hasta nuestros días se han ocupado de mezclar la historia de Madrid con multitud de historias inventadas. La realidad y la fantasía se suceden y se confunden. Mientras la periodista ordena y da cohesión y unidad a los relatos. Madrid se hunde. El intento del Alcalde de enterrar los coches para que circulen bajo el asfalto ha topado con un joven pirata informático que ha accedido al ordenador central que controla las tuneladoras y las ha puesto a trabajar al servicio de otros intereses.
Cómo perder podría ser un libro de autoayuda vuelto del revés, en el que se oye la voz de un hombre abocado a ser culpable de ser, que habita las calles de la ciudad registrando indoloros deseos sin meta. Un hombre para quien cada palabra propia o ajena resulta sospechosa, digna de ser escrita en cursiva.
"Yo era bailarín de éxito en las compañías más conocidas de la España de los 90 y sin embargo me dejé llevar por una pasión: comer. Comer y comer sin medida. Con el tiempo, no pude bailar y tuve que cambiar de trabajo. Seguí comiendo y engordando y a pesar de tener una familia encantadora y unos amigos fabulosos, yo no era feliz. Dudo que existan obesos felices. Las dietas no servían para nada. Los problemas de salud se acumulaban a los kilos de grasa. Hasta que toqué fondo y decidí operarme y seguir todas las indicaciones de mi médico, para conseguir volver a mi peso; ahora puedo vivir con normalidad, dormir sin asfixiarme, andar, incluso he vuelto a bailar y me dedico a ayudar a enfermos de obesidad.