Para comprender el entramado más hondo de este libro sobre la Virgen la razón más perentoria para el autor habrá que leerlo a la luz del último capítulo, el culto a María, donde la doctrina se hace celebracion y vida. Porque todo este estudio pretende dar respuesta a un fenomeno expandido a lo ancho de la geografia, extendido a lo largo de la historia y enraizado en el corazon de los fieles: el lugar imprescindible de la Madre de Dios en la devocion de los pueblos, que le dedican catedrales, basilicas, santuarios y ermitas y los convierten en lugares de peregrinaciones, que cantan su loores en canciones y poesias, que esculpen sus imagenes en todos los materiales imaginables y en todos los estilos... ¿Que sentido tiene este fenomeno eclesial y cultural? ¿Como se entronca esa piedad, fruto de la accion del Espiritu en la Iglesia, en el seguimiento radical de Jesucristo? Desvelar esa incognita, encontrar el nexo de lo mariano y lo cristiano en la Iglesia es la razon de todos sus capitulos. Pacientemente, va desgranando el autor la riqueza mariologica de la Sagrada Escritura a partir del primer diseño del libro del Genesis hasta la fulgurante pintura del Apocalipsis, para penetrar despues en el riquisimo mosaico de la doctrina de los santos Padres. Estas dos primeras partes, sin un sistema previo que las encasille, sino hundiendose con sencillez en las ricas aguas biblicas y patristicas, abren horizontes insospechados en el lector, que mas tarde, al hilo de la tradicion de la Iglesia se concretaran, sin agotarlos, en los capitulos sistematicos de la tercera parte.La figura de Maria, que emerge de los textos aparentemente parcos de la Sagrada Escritura, pasa por un periodo de reflexion en la Iglesia, en primer lugar, al hilo de las controversias cristologicas acicate para la Mariologia y contratuerca para la Cristologia, que conducen a la confesion de fe en la Theotokos, siempre Virgen, y, mas tarde, por influjo del desarrollo de la implicaciones antropologicas de la Soteriologia, iluminaran tanto la asociacion de Maria a la redencion de Cristo como la Inmaculada Concepcion y la Asuncion a los cielos. Como elemento impulsor no hay que olvidar en todo este proceso la fuerza del culto mariano y de la religiosidad popular. Al final de toda esta andadura, se impone esta pregunta: ¿desvirtua la doctrina patristica, magisterial y teologica la imagen de la Sierva del Señor, que nos ofrecen los textos biblicos? Responder adecuadamente a esta cuestion tiene un fuerte interes ecumenico, ya que la doctrina reformada en general considera el desarrollo teologico y magisterial de los catolicos sobre la Madre de Jesus como una de las dificultades fundamentales para el ecumenismo. Hoy dia los dialogos interconfesionales suponen tambien un avance en la comprension de la figura de Maria, como pone de relieve el manifiesto del grupo de Dombes.La nueva edicion, ademas de las mejoras tipograficas, significa una puesta al dia del aparato bibliografico, que se refleja en la abundancia de autores nuevos consultados, con la consiguiente riqueza en los diferentes matices aportados con relacion a la exegesis de los textos de la Sagrada Escritura y de la Tradicion de la Iglesia y en general a lo largo de toda la Mariologia. Pero es en el enfoque donde el libro supone mayor riqueza si la comparamos con la edicion anterior. No es que el autor cambie sustancialmente su vision sobre la Virgen Maria, pero subraya en esta nueva edicion algunos aspectos a los que la teologia actual es especialmente sensible: da un relieve especial al necesario enfoque trinitario, presta una mayor atencion a la vocacion y respuesta de Maria a la santidad en la amplia introduccion a la tercera parte, se detiene mas en el estudio de la cooperacion de Maria a la obra redentora teniendo en cuenta movimientos teologicos actuales y enriquece el tema del culto a Maria. Por ello, es...
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