Obra que, considerando el accidente de tráfico como singularidad traumática, analiza distintas modalidades lesivas, diferentes patrones lesionales, atendiendo a la patogénesis de la deformación del biosistema, por el efecto de la confluencia de pluralidad de agentes (movimientos comunicados, gestos motores, cadenas cinemáticas y cinéticas que se ponen en marcha ante aceleraciones y deceleraciones segmentarias y globales), en el contexto biocinemático, de acuerdo con la geometría del desplazamientodel cuerpo humano y como respuesta del sistema constituido por la interacción hombre-máquina-entorno, ante una violencia que irrumpe súbitamente, propiciando un escenario hostil. Se ha intentado, partiendo de la reacción de defensa que surge en el preimpacto, junto con sus condicionamientos y dado el mecanismo patogénico activado a raíz del impacto automovilístico, aportar conocimientos de utilidad, con repercusión práctica, facilitar resortes y medios que, estimulando la capacidad de análisis del lector, sirvan en su momento para su traslado ante un caso problema concreto, como contribución a un mejor conocimiento, a veces con carácter predictivo y a una mayor información, para, en definitiva, poder alcanzar un diagnóstico más certero de los daños, en referencia al nexo causal de las lesiones y secuelas realmente habidas y derivadas del accidente.
La expresión latigazo cervical (wiplash) se remite a un mecanismo lesional; enabsoluto conforma un diagnóstico (Krämer, 1986). Sus consecuencias no puedenquedar diluidas en etiqueta diagnóstica tan g
La expresión latigazo cervical (wiplash) se remite a un mecanismo lesional; en absoluto conforma un diagnóstico (Krämer, 1986). Sus consecuencias no pueden quedar diluidas en etiqueta diagnóstica tan genérica como la cervicalgia, marco que hay que llenarla de contenido. Es preciso ahondaren esa referencia sintomática, indagando su alcance en el enfermo. Obliga esto a un examen riguroso unido a un protocolo de exploración instrumental, disciplina que no puede eludirse guareciéndose en el manido e inconsistente argumento de que 'la clínica no lo justifica', cobrando mayor ligereza cuando el lesionado muestra persistencia en sus manifestaciones a raíz delos hechos del tráfico en cuestión.
Siendo la cuestión fáctica el hilo conductor para fundamentar el derecho, se explica la importancia del dictamen de peritos, y también la demanda progresiva de obras sobre lesionología y peritología forense, tanto por profesionales del derecho como de la medicina. Han pasado diez años desde la aparición del primer Manual del Perito Médico (1991), texto que durante estos años ha sido de obligada referencia para muchos. Pero desde entonces se ha producido una evolución conceptual, modificaciones legislativas (de especial significación la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil;, Ley 1/2000) y otros cambios, con alcance en el ámbito que preside este título, lo bastante como para publicar una nueva edición, siempre pretendiendo llegar al lector con un enfoque práctico y clarificador.