En estos Perfiles del Guinardó, Olegario Sotelo Blanco vuelca con fidelidad de retratista la memoria colectiva que ha ido conformándose en las últimas décadas entre los antiguos y los nuevos vecinos del entrañable barrio barcelones. Dicho en palabras de Juan Marse, prologuista del libro: Se trata de un homenaje a un paisanaje, a una geografia urbana que se renueva y a unas formas de vida y de relacion, ludicas o laborales, algunas ya desaparecidas o en trance de desaparecer, que han albergado las cuitas de un vecindario que lucho por la vida en epocas de penuria, en algunos casos, y que tal vez por ello conocio y practico unas formas de convivencia que la memoria de los ancianos suele considerar mas calidas que las que predominan hoy, mas solidarias y mas entrañables.
Seis relatos que tienen como figura central al emigrante gallego: el indiano, asociado popularmente a 'hacer las Américas' y enriquecerse rápida y fácilmente. Nada más lejos de la verdad, como lo ilu
Lucía, gallega emigrada a Barcelona a mediados de los años sesenta, dará sus primeros pasos en los salones de la prostitución, pero no es ésta la historia de una pupila, sino de una madame, una empresaria y, en primer término, una mujer. Con pluma delicada y detallista, el autor nos permite descubrir a través de su personaje que no es posible dejar atrás la miseria sino subiendo a un tren que no se detiene en las estaciones del amor o de la nostalgia.'