Bernal Díaz construye su discurso con un lenguaje cargado de metáforas, alusiones a otros textos históricos y literarios, refranes populares y ecos o acciones rítmicas que, entre líneas, comunican mensajes trascendentales. Su diálogo constante con sus lectores logra también un efecto novelístico: nos hace trabajar con la crónica, cuestionarla, construirla al leerla, para luego releerla en busca de pistas que ayuden a su comprensión. Oswaldo Estrada analiza esta cualidad de la obra del soldado cronista y describe los ecos de la misma en la literatura mexicana contemporánea.
Hablar de México hoy es hablar de la violencia, los feminista y dios, la llamada guerra contra el narco y su relación problemática con los Estados Unidos en un mundo neoliberal.
Los críticos reunido
A los personajes de estos relatos los persigue la violencia política, doméstica. Anhelan escapar a otros mundos, emprender una peregrinación. Echar raíces en tierras nuevas. Volver a nacer. O morir sin que nadie lo sepa. El dolor se narra desde la perspectiva de un niño que cruza varias fronteras para encontrar refugio. A través de una madre que no supera los maltratos del ayer. O al lado de dos viejos desterrados en un asilo. Hay mujeres que intentan romper las cadenas de su dependencia emocional y hombres que esperan el cumplimiento de una profecía. Unos y otros aparecen en cada ficción buscando una salida de emergencia.