Richard Spruce es uno de los grandes botánicos de todos los tiempos. Su figura encarna como pocos al hombre de ciencia entregado en cuerpo y alma a su tarea, que llevó a cabo con una determinación y una competencia admirables. Ha pasado a la historia por su gran aventura en la Amazonia y los Andes, pero en su juventud ejercito su vocacion botanica en un viaje de prospeccion por los Pirineos. Este trascendental, pero mucho mas desconocido viaje, es lo que forma el corazon de este libro. Su aportacion fue decisiva en el avance del conocimiento de la flora y vegetacion de los Pirineos. En el relato que dejo escrito de sus andanzas pirenaicas encontramos su apasionada busqueda de plantas, y en particular de sus preferidas, los musgos y las hepaticas. Pero tambien hay curiosas anecdotas, asi como descripciones de los naturalistas locales que se encontro, todos ellos personajes de extraordinaria singularidad. De su mano y de la de otros viajeros coetaneos, este libro es una ventana a un pasado que, aunque no muy lejano en el tiempo, nos resulta remoto, por los cambios en el paisaje y en el paisanaje que han sufrido los Pirineos desde cuando Spruce los visito, a mediados del siglo XIX, en plena epoca del Romanticismo.