Theodor Herzl (Budapest, 1860 - Viena, 1904), húngaro de nacimiento, judío por religión y germano por cultura y lengua materna, fue un judío aculturado con poca relación con las prácticas religiosas. Durante muchos años tuvo sentimientos ambivalentes de orgullo y autodesprecio con respecto a su propio judaismo: si bien alguna vez penso bautizar a su hijo Hans para evitarle la carga de ser judio, nunca lo hizo y siempre se nego a cambiar su firma en los periodicos para que sonara menos judio, tal como algunos le recomendaron. Acosado por el antisemitismo creciente en la Viena de fin de siglo, propuso soluciones tan fantasticas para acabar con la judeofobia como la conversion masiva de judios al catolicismo o el enfrentamiento a duelo con algun famoso antisemita para demostrar al mundo entero que los judios tenian honor. Finalmente, el dramaturgo fracasado, convertido en famoso periodista, fue el hombre clave para fundar el movimiento sionista. Tras el primer congreso en 1897 de este movimiento, que pretendia crear un Estado Judio en Palestina, escribio en sus apuntes intimos: Hoy, he fundado el Estado de Israel () dentro de cincuenta años sera una realidad. Y si, cincuenta años mas tarde, el oraculo se convirtio en realidad; la recien creada Naciones Unidas daba el beneplacito para un nuevo Estado, el de Israel: Theodor Herzl fue su profeta.El autor de esta biografia ha logrado, a traves de un profundo examen de sus memorias y escritos, explicar como un hombre, cuyo maximo deseo fue el de triunfar en el mundo del teatro en una sociedad de gentiles, se convirtio en la pieza clave para crear el primer y unico Estado judio del mundo. Libro profundo desde el punto de vista academico, mantiene el tono de una novela epica al describir el mundo intimo, asi como su frenetica actividad politica y diplomatica, de uno de los personajes cuyo legado ha tenido, y seguira teniendo, una importancia capital para entender los ultimos sesenta años de la historia mundial.