Peter Winch desarrolla en el presente volumen un examen crítico de las relaciones entre la filosofía y los estudios sociales. La estrategia general consiste en una suerte de guerra entre dos frentes: primero, una crítica de algunas ideas prevalecientes en torno de la naturaleza de la filosofía; segundo, una crítica de ciertas ideas dominantes acerca de la naturaleza de los estudios sociales. Esto para llegar al mismo punto argumentando desde direcciones opuestas y demostrar que los dos frentes en apariencia diferentes en los cuales se sostiene el enfrentamiento no son en absoluto distintos; que aclarar la naturaleza de la filosofía y la de los estudios sociales es equivalente, pues todo estudio de la sociedad digno de mérito debe poseer carácter filosófico, y toda filosofía que valga la pena, ocuparse de la índole de la sociedad humana. Pensadores como Locke, Hume, Weldon, Wittgenstein, Oakeshott, Pareto, Weber se dan cita en este libro fundamental para todo lector interesado en las ciencias humanas y sociales que ya tiene un lugar entre los clásicos.
Peter Winch afirma que cada comunidad humana - cada tribu, clase, nación, fe - posee sus propias concepciones, valores y reglas del juego. Cada cual tiene criterios de causalidad. Así, la magia no es menos racional que la matematica. Manda el contexto. En consecuencia, no podemos comprender ni explicar una cultura con las herramientas epistemologicas de otra. Esta posicion ha desencadenado un importante debate con los universalistas. Salvador Giner, que introduce la tesis winchiana, expone las razones por las que, segun el, conviene tomarse en serio la argumentacion de Winch y refutarla. el autor de la introduccion, Salvador Giner, es director del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (Consejo Superior de Investigaciones Cientificas) y catedratico de Sociologia, enseñando en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Peter Winch se propone aquí examinar críticamente la concepción de la relación entre los estudios sociales, la filosofía y las ciencias naturales, y demuestra que la filosofía no puede ser anticientífica, pero tampoco desempeña un papel subordinado respecto de la ciencia social. Todo estudio meritorio de la sociedad debe tener caracter filosofico, y de toda filosofica trata de la inteligibilidad de lo real. Para especificar esto, Winch recurre a la nocion de regla segun Wittgenstein, que es justamente aquello en virtud de lo cual puede llegar a conocer algo dentro de una forma de vida. Lo que los hombres hacen se rige por reglas, y estas se definen por conceptos compartidos que presentan una concatenacion interna. Al idea misma de regla supone una relacion social. Las relaciones sociales deben ser similares a las relaciones logicas entre proposiciones porque estas dependen, en si mismas, de las relaciones sociales entre los hombres. Si se puede decir que en nuestra epoca se ha producido una revolucion filosofica, ellas ha consistido en esta manera de referir la elucidacion epistemologica a las interrelaciones de los hombres en sociedad.El ensayo de Winch es una reflexion critica sobre el positivismo en filosofia y en ciencias sociales, que se inspira en el pensamiento de Wittgenstein, cuya premisa se podria comprimir en esta cita: Lo que ha de aceptarse, lo que esta dado, es podria decirse la existencia de formas de vida.