A los veinte años, Philippe Eliakim vio como se le caían, uno a uno, los largos rizos rubios de los que tan orgulloso se sentía. A partir de esta traumática experiencia y de los años de pérdida del cabello que le siguieron, el autor extrae el mas hilarante de los relatos. No nos esconde ninguna de las tentativas, a menudo infructuosas, de tratamientos y camuflaje, ni sus obsesivas investigaciones sobre los calvos a traves de los tiempos, ni la maniaca clasificacion, ni sus dificiles relaciones con los espejos, ni sus desengaños amorosos...