PIERRE TRICOT completó su formación como fisioterapeuta y, después, desde el comienzo de los años 70, como osteópata, al lado de René Quéguiner y Francis Peyralade. La falta de coherencia de los estudios en la apreciación de lo viviente, asociada a dificultades en la percepción, le llevó hacia una búsqueda personal. Las soluciones experimentadas abrieron la vía de su percepción y han mostrado su validez terapéutica en la consulta, así como pedagógica durante quince años de enseñanza. Después del encuentro con osteópatas confirmados, la necesidad de conectarse a las fuentes mismas de la osteopatía le ha conducido a traducir los textos fundadores de Still y a interesarse por la historia y la filosofía de la osteopatía. Desde 1998, ha participado activamente en el nacimiento y la redacción de los primeros números de ApoStill, Le Journal de l’Académie d’Ostéopathie de France.
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A cuerpo viviente, cuerpo consciente: Aquí tenemos la hipótesis a partir de la cual Pierre Tricot ha desarrollado el abordaje tisular en osteopatía. Concebir el sistema corporal como consciente obliga al osteópata a modicar por completo su manera de abordarlo: de objeto sobre el que actuar, pasa a ser sujeto con el que comunicar.El sistema corporal no sólo es consciente, también es extraordinariamente complejo. Reconocer, aceptar, componer y comunicar con esta complejidad obliga a colaborar con lo viviente para ayudarle a recobrar la armonía y la salud. Al dirigirse a lo vivo como a una consciencia, el osteópata engloba y unica el sistema corporal.
Uno puede cuestionarse legítimamente si traducir y leer a Still hoy en día puede ser necesario o presentar algún interés incluso. Un personaje ya desaparecido no puede ser conocido más que por los escritos que ha dejado y los testimonios de aquellos que se relacionaron con él. No todas las múltiples facetas de la personalidad de Still son perceptibles ni comprensibles a primera vista. Fundador de la osteopatía, Still representa nuestro origen común. Su filosofía es nuestro único verdadero punto en común. Nos puede sorprender la importancia que Still concede a la filosofía. Y es que tuvo la aguda consciencia de la diferencia entre una simple habilidad técnica y un verdadero savoir-faire basado en una filosofía, es decir un saber-ser. Por ello, aunque su habilidad técnica era inmensa, se preocupó especialmente por preservar y transmitir el aspecto filosófico de la osteopatía (el modelo osteopático). La filosofía de Still puede y debe constituir dicho punto de apoyo inquebrantable, sobre el cual apoyarnos para edificar nuestra profesión. La filosofía de Still es profundamente naturalista. Respeta profundamente al hombre y la vida. […] ¿Y dónde encontrarla más en conformidad con Still que en sus mismos escritos? Si Still es hombre de razón, también es hombre de corazón y es a nuestro corazón al que él se dirige. Nuestra época, al dar preferencia a lo científico, lo «racional», olvida a menudo el corazón, motor esencial de la vida. Sin embargo, es a la vida y lo viviente a lo que nos dirigimos. Esto es lo que caracteriza a la forma de proceder del osteópata, diferenciándola radicalmente de la visión médica clásica. La lectura de Still nos permite discernir hasta qué punto este hombre fue un visionario así como un gran terapeuta.
La osteopatía es una terapia manual que permite devolver al cuerpo su flexibilidad y su movilidad. Estrés, traumatismos, excesos o carencias provocan fenómenos de tensión en los tejidos del cuerpo que, menos elásticos, no permiten ya un funcionamiento normal del organismo.Mediante palpaciones atentas, el osteópata busca entonces esas lesiones osteopáticas antes de restablecer el movimiento ahí donde está perturbado.¿Qué es lo que precisamente podemos sanar con la osteopatía? ¿En qué campos da los mejores resultados? ¿Es imprescindible hacer crujir?Tantas preguntas a las que el libro aporta respuestas claras, completas y prácticas demuestran la importancia terapéutica que tendrá la osteopatía en el futuro.