Uno de los efectos más notorio de la crisis económica es el incremento de la morosidad, con el aumento de impagados y de los retrasos y prórrogas en la liquidación de facturas vencidas, que afectan a todos los sectores y suponen importantes costes financieros, administrativos y juridicos. Esta situacion, que se contagia en cadena entre las empresas y que, en muchos casos, tiene su origen en las dilaciones de los pagos por parte de las Administraciones publicas, esta provocando la perdida de empleos y la quiebra de un alto numero de empresas, incapaces de subsistir sin la liquidez necesaria para continuar con su negocio.La preocupacion por esta situacion, especialmente patente en las pequeñas y medianas empresas, en gran medida dependientes del credito a corto plazo y con evidentes limitaciones de tesoreria, se plasmo en la Ley 3/2004, dictada en aplicacion de una Directiva europea del año 2000. Ley recientemente modificada por la Ley 15/2010, de 5 de julio, cuya novedad mas importante es la prohibicion expresa de periodos de pago a proveedores superiores a 60 dias.Pocos meses despues de publicada la Ley 15/210, se aprobo una nueva Directiva por la que se introducen cambios sustantivos en la regulacion europea para combatir la morosidad. La Directiva 2011/7/UE, de 16 de febrero, debera ser incorporada a...