Raisa Martín nació el 26 de junio de 2000 en Granada, España. Es estudiante de Administración y Dirección de Empresas en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Granada, aunque, irónicamente, odia las matemáticas y todo lo que conlleve números. Su pasión por las letras comenzó incluso antes de saber leer, se sentaba con un libro entre las manos y comenzaba a imaginar su historia. Tal vez de ahí venga un poco su otra faceta aparte de lectora, la de escritora. Escribió su primera historia a la edad de trece años en plataformas de Internet y aunque ha escrito numerosos libros, no fue hasta siete años después que ha decidido volcarse de forma seria en ello. Constantemente dice tener una mente que nunca descansa y puede que sea cierto, pues no ha comenzado a escribir un libro que ya está pensando en el siguiente. Ama el cine, en especial el género de terror, la música —cuanto más fuerte mejor—, el otoño, el negro y los animales que más asustan a las personas, de ahí su constante mención en sus historias.
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atherine Montgomery parece una chica corriente en su último año de universidad, con una vida carente de emoción y riesgos. Lo que pocos saben es que lleva una doble vida. Cada noche se vuelve la jefa de un club nocturno y toma su papel como La araña
Dos años no parecen ser suficientes para disipar el rencor y hacer volar las cenizas donde ardió una pasión sin límites. Katherine lleva todo este tiempo preparándose para una batalla que, sin lugar a dudas, llegara. Estan ocurriendo asesinatos en distintas mafias, se ha liberado una nueva amenaza de su jaula y los viejos enemigos ni olvidan ni perdonan. Aiden sigue siendo el lider frio, calculador e imbatible. Calienta su cama con miles de mujeres para intentar evocar el rostro de una en concreto, aunque sin exito. Su inminente compromiso no le preocupa, ya que aquella a quien realmente quiso le robo el corazon y lo redujo a polvo. Ahora es incapaz de amar. ¿Que pasara cuando una lluvia de sangre y una velada blanca los lleven a volver a cruzarse? Recuerda: los monstruos paren monstruos.