Convivir no es de locos. Al revés. Convivir significa mejorar la relación con nosotros mismos a fin de superar todos aquellos pensamientos, sentimientos y creencias negativos que nos impiden relacionarnos satisfactoriamente con los demas. Sin embargo, enocasiones este camino de encuentro resulta complejo, arriesgado e incomodo. Incluso puede llevarnos a enfrentarnoscon el mayor de nuestros temores: el temor al rechazo y el abandono. Pero transitarlo siempre vale la pena, porque las personas que nos rodean, con sus diferencias y sus similitudes, no solo constituyen una de las fuentes mas ricas de nuestro conocimiento delmundo, sino que tambien nos conducen a la comprension de nosotros mismos: el Otro soy Yo.
"Aprendí que cada logro durante el transcurso de la enfermedad alguna vez fue considerado imposible" Teresa, 47 años "Aprendí que me entristece ser el último que eligen para cuidar a mi abuelo" Marcos, 11 años"No puede existir una planificación cerrada en torno a los cuidados del enfermo, porque la vida, y por lo tanto el transcurso de la enfermedad, va cambiando. Todos tus planes tienen que estar abiertos a diferentes cambios. Sólo el cambio es permanente." Cuidar y cuidarse es un arte. Son muchos los cuidadores que contagian paz e infunden confianza, y no sólo con sus palabras, sino con sus actitudes; que conservan la calma y no se alteran fácilmente ante las adversidades; que conocen sus limitaciones y piden ayuda; que admiten con sencillez sus equivocaciones… Porque ser cuidador no significa ser perfecto o tener que dejar tu vida de lado. Ser cuidador significa que tienes una poderosa fuerza que duerme en tu interior y que está esperando que la despiertes. La brújula del cuidador es una obra que, a través de una prosa cuidada y directa, tocada con exquisitas pinceladas de emoción, pretende ayudar a los familiares y cuidadores a vivir una vida con plenitud y a tomar una actitud optimista respecto a la enfermedad y los cuidados. Una lección de amor que difícilmente dejará indiferente al lector.