Roberto Montoya nació en Buenos Aires, donde estudió Periodismo. Exilado en 1976 en París, es jefe de Internacional del diario El Mundo”, del que fue también corresponsal en Roma y París. Ex jefe de Internacional del diario “El Independiente”, fue corresponsal en Londres de la cadena de T.V. de Estados Unidos “S.I.N.-Univision”; corresponsal de “Antena 3 Radio”, de la revista Tiempo, de los diarios Liberación y Página 12 (Argentina), delegado en España de la Agencia Periodística de Información Alternativa (México). Fue colaborador de Radio Nacional de España y Radio Exterior de España; de la BBC Radio, Servicio para América Latina; de los periódicos El País, La Voz de Galicia, ...; subdirector de la revista de emigración española en Europa Cuenta Atrás...
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En abril de 2004 el mundo entero se conmovió ante las imágenes de las torturas y humillaciones a las que las tropas de EE.UU. sometían a sus prisioneros en la prisión iraquí de Abu Ghraib, la misma en la que poco tiempo antes torturaba y asesinaba a sus opositores Sadam Husein.A pesar de que George W. Bush y Donald Rumsfeld intentaron mostrar a la opinión pública mundial que los responsables eran tan sólo un puñado de «perversos» policías militares, pronto pudo comprobarse que esos hechos, como las torturas y asesinatos en Afganistán o la situación de «limbo» legal en el que permanecen cientos de prisioneros en Guantánamo, eran parte de un mismo plan diseñado desde la Casa Blanca y el Pentágono.PROL. DE ADOLFO PEREZ ESQUIVEL
A George W. Bush le han bastado sólo dos años en el poder para iniciar con paso firme el camino soñado por tantos presidentes estadounidenses antes que él: el que lleva hacia el Imperio Global.En 2003, cuando la sed de petróleo, no saciada aún con la guerra contra Afganistán que inició en octubre de 2001, conducía al mayor mandatario de EEUU a Irak, la opinión pública mundial comprobaba atónita la increíble metamorfosis experimentada por Bush junior.Pasó de ser el presidente que llegó a la Casa Blanca con menos legitimidad en toda la historia de EEUU, a convertirse en el más obsesivo aspirante a César del siglo XXI. El 11-S fue la pieza clave que le permitió esa transformación. El más demoledor golpe terrorista sufrido por EEUU en su territorio, supuso, paradójicamente, la tabla de salvación para una figura hasta ese momento cuestionada tanto dentro como fuera del país.Buena parte de la comunidad internacional aceptó sin vacilar su cruzada, con la cual Bush ha iniciado una guerra con múltiples frentes en los cinco continentes e indefinida en el tiempo. El hombre más poderoso de la tierra está decidido a reforzar a extremos nunca vistos la hegemonía económica y militar de su país para poder controlar totalmente las fuentes energéticas e imponer las reglas del mercado y su propio modelo de sistema en el planeta.Según James Petras, en el prólogo a este libro, esta obra «constituye un importante relato acerca de los mecanismos internos y externos del imperialismo norteamericano, entrelazando las complejas fuerzas económicas, políticas y culturales con las instituciones que sostienen la dominación imperial. [...]. Su lectura resulta imprescindible, es un libro esencial para todos los interesados en un texto meticulosamente detallado acerca de la construcción del imperio al mejor estilo norteamericano».