Es doctor en Filosofía y Letras, y actualmente catedrático de Literaturas Hispánicas en la Universidad Libre de Bruselas. Reconocido especialista en la obra de Borges (Borges y los poderes de la literatura, Borges en Bruselas, y numerosos artículos), se dedica también al estudio de la novela histórica y de las representaciones del otro. Ha dirigido con Mercè Boixareu La Historia de España en la Literatura Francesa. Una fascinación.
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Desde sus primeros ensayos, Borges no sólo critica el género autobiográfico sino que, al propugnar determinadas posiciones filosóficas, éticas, y propiamente estéticas, denuncia sus mismos fundamentos. Sin embargo, en su ejercicio de la crítica literaria y en sus meditaciones más personales, nuestro teórico busca «almas», exige «enterizas confesiones». Más aún, él mismo acaba produciendo una obra en que el autor y las diversas figuras que lo declinan están omnipresentes. Borges, entre autorretrato y automitografía ofrece el estudio sistemático de este autobiografismo, y explora la aparente contradicción que representa. Al hilo de las obras completas (incluidos los tres volúmenes de textos recientemente “recobrados”), Robin Lefere analiza las distintas modalidades y los diversos aspectos de la práctica autobiográfica del gran escritor, reflexiona sobre sus significaciones, con una perspectiva que integra y supera los planteamientos unilaterales del textualismo y del biografismo. La investigación está imantada por una idea, la de que Borges persiguió un verdadero proyecto de creación de su imagen, que desarrolló en los cuatro planos de la escritura, la edición, las relaciones públicas y la propia vida. Aunque el libro se centra en la escritura, este plano se contrasta con los otros tres, de manera que se revelan entre ellos significativas tensiones. En particular, si pensamos en la figura madura y casi escultórica de Borges, la que se ha impuesto en la memoria colectiva con la complicidad tardía de los medios de comunicación, esta figura engaña en la medida en que se proyecta sobre una obra de juventud cuyo perfil es muy diferente, y por otra parte no se corresponde con la imagen múltiple y tornasolada del autor. La misma faceta emblemática del bookman resulta compleja, evolutiva y, sobre todo, cada vez más problemática.
Cuanto más progresa el proceso de integración político-económica de Europa, más necesario resulta que lo acompañe en el campo de la cultura una labor investigadora que propicie un mejor conocimiento recíproco de los pueblos que componen la Unión. No deja de asombrar hasta qué punto, a pesar de la extraordinaria multiplicación y diversificación de los contactos, persisten las imágenes estereotipadas de los otros, o cómo roces mínimos resucitan fobias o desprecios que se pensaran de otros tiempos. El trato directo parece competir difícilmente con la herencia cultural. Estos clichés constituyen indudablemente un obstáculo para la percepción y la comprensión de las demás culturas; como tales, pueden socavar dicho proceso de integración, incluso amenazarlo en caso de un cambio radical de coyuntura. Con una perspectiva social y aun política, quienes nos dedicamos al estudio de las literaturas francesa y española, impresionados por los prejuicios mutuos que encierran, concebimos el proyecto de examinar las imágenes respectivas del otro -español o francés- que se fueron elaborando a lo largo de su historia. Dicho proyecto se concretó con el libro LA HISTORIA DE ESPAÑA EN LA LITERATURA FRANCESA. UNA FASCINACIÓN... , publicado por Castalia en 2002 (adaptado al francés por Champion en 2003). El presente volumen constituye, pues, la continuación y una suerte de reverso de aquél. Está organizado siguiendo un criterio cronológico (aplicando el corte arbitrario de los siglos) que permite seguir cómo se tratan determinados temas históricos a lo largo del tiempo, reconociéndole al contexto histórico toda su importancia y poniendo de relieve las relaciones con las obras contemporáneas de temática afín. Se introduce con un capítulo panorámico y otros dos sobre la presencia de la Historia de Francia en manuales españoles, respectivamente, de Historia y de aprendizaje del francés, como elemento fundamental de un proceso de formaci&o
La novela histórica es un género que hoy en día goza de mucho éxito popular pero también que, al menos desde el siglo XIX, se ha ilustrado con obras maestras de la literatura occidental, desde Walter Scott hasta Carlos Fuentes, pasando por Manzoni, Valle-Inclan y M. Yourcenar.A pesar de ello, y de los numerosos estudios que existen sobre el tema, no se observa ningun consenso acerca de lo que se entiende precisamente por novela historica y, al contrario, coexisten concepciones tan heterogeneas como poco fundamentadas. Por eso, la ambicion primera del presente libro consiste en un intento de (re)definicion que nos lleve mas alla de fronteras ilusorias y de taxonomias falaces, para integrar dentro de una misma problematica general obras habitualmente encasilladas en categorias estancas. En segundo lugar, frente a la inmensa diversidad de novelas historicas, y a las clasificaciones generalmente muy reductoras que dan cuenta de ella, se proponen criterios de caracterizacion intrinseca y extrinseca que permiten distinguir una rica multiplicidad de formulas y tipos". La tipologia final ofrece, al tiempo que una perspectiva sobre las posibilidades del genero, un mapa de orientacion por la abrumadora variedad del mismo. El ensayo teorico se completa con ocho case studies que abordan sendas cuestiones claves a las que se enfrenta el estudioso de la novela historica.
Si Carlos Saura hubiera dejado de rodar en 1975, la decena de películas realizadas hasta esa echa -un corpus ya muy significativo, una
obra- bastaría para garantizrle un puesto de honor en cualquier