Una novela deliciosa sobre una joven moderna, formada en Europa, que regresa a la pequeña localidad de la Australia rural en la que se crio, un lugar en el que uno difícilmente puede deshacerse de los estigmas y el peso del pasado.En los años cincuenta, tras pasar parte de su vida como modista de alta costura a lo largo y ancho de Europa, Tilly regresa a Dungatar, la pequeña localidad australiana donde paso su infancia. Llega convertida en una hermosa y glamurosa muchacha que contrasta con la grisura de los vecinos del pueblo: basta verla caminar con su maleta a cuestas para darse cuenta de que la vida puede ser menos aburrida si los pliegues de una falda estan bien colocados.Tilly ha vuelto para cuidar de su madre, con la intencion de volverse a marchar cuanto antes, pero su regreso despierta cierto alboroto entre los habitantes del lugar. La gente murmura a su alrededor, recordando un hecho tragico ligado a su infancia. La muchacha no claudica: con la ayuda de su maquina de coser y mucha imaginacion conseguira que el pueblo entero respire un aire nuevo y por las calles desfilen vestidos nunca vistos. Lo que nadie sospecha es que con tanta tela y unas buenas agujas, Tilly va a coser su propia venganza...Reseñas: Rosalie Ham tiene un don innato para dar color y textura a sus imagenes... La moda de los años cincuenta recibe su justo homenaje en La modista.The New York Times Book Review
After twenty years spent mastering the art of dressmaking at couture houses in Paris, Tilly Dunnage returns to the small Australian town she was banished from as a child. She plans only to check on her ailing mother and leave. But Tilly decides to stay, and though she is still an outcast, her lush, exquisite dresses prove irresistible to the prim women of Dungatar. Through her fashion business, her friendship with Sergeant Farratthe towns only policeman, who harbors an unusual passion for fabricsand a budding romance with Teddy, the local football star whose family is almost as reviled as hers, she finds a measure of grudging acceptance. But as her dresses begin to arouse competition and envy in town, causing old resentments to surface, it becomes clear that Tillys mind is set on a darker design: exacting revenge on those who wronged her, in the most spectacular fashion.
Phoeba Crupp lives with her squabbling parents and younger sister Lilith on a small farm in rural Australia. Her father is an eccentric ex-accountant who moved his family from the city in order to establish a vineyard, a decision her mother bitterly - and loudly - resents.But Phoeba has loved it here since they day they arrived and she met Henrietta and Hadley Pearson, a brother and sister from a neighbouring farm who instantly became her closest friends. At their mother's urging, Lilith throws herself into trying to find a husband but Phoeba resists, until circumstances beyond her control push her towards the world of men and money. All the while the local community is shaken up by the arrival of pastoralists, suffragettes and squatters, carrying the threat and promise of change to their quiet corner of the country.As Phoeba wakes up to the realities of the adult world, she comes to realise the friendship of those near to her may count for more than she could ever have imagined. Told with Rosalie's Ham's trademark wit and wisdom, Summer At Mount Hope is an unputdownable story of a young woman finding a way to take control of her own destiny.
Una novela deliciosa sobre una joven moderna, formada en Europa, que regresa a la pequeña localidad de la Australia rural en la que se crio, un lugar en el que uno difícilmente puede deshacerse de los estigmas y el peso del pasado. En los años cincuenta, tras pasar parte de su vida como modista de alta costura a lo largo y ancho de Europa, Tilly regresa a Dungatar, la pequeña localidad australiana donde paso su infancia. Llega convertida en una hermosa y glamurosa muchacha que contrasta con la grisura de los vecinos del pueblo: basta verla caminar con su maleta a cuestas para darse cuenta de que la vida puede ser menos aburrida si los pliegues de una falda estan bien colocados. Tilly ha vuelto para cuidar de su madre, con la intencion de volverse a marchar cuanto antes, pero su regreso despierta cierto alboroto entre los habitantes del lugar. La gente murmura a su alrededor, recordando un hecho tragico ligado a su infancia. La muchacha no claudica: con la ayuda de su maquina de coser y mucha imaginacion conseguira que el pueblo entero respire un aire nuevo y por las calles desfilen vestidos nunca vistos. Lo que nadie sospecha es que con tanta tela y unas buenas agujas, Tilly va a coser su propia venganza... Reseñas:"Rosalie Ham tiene