Este libro analiza a los artífices que crearon la imagen regia femenina entre 1789 y 1829. A lo largo de sus páginas detallamos como la Casa Real se convirtió en uno de los centros de trabajo más deseados por los artesanos de la ciudad de Madrid. En las dependencias palatinas encontramos familias enteras dedicadas a un solo oficio, artifices que vienen a la corte por recomendacion y artesanos que prueban suerte para convertirse en artistas reales. El examen atento de estos aspectos arroja una imagen poliedrica de la Casa Real. Los artesanos y artesanas que trabajaron para la corte aparecen organizados segun sus mercados de trabajo, fueran internos o externos. Los sastres, bordadores, zapateros, peluqueros y modistas fueron los verdaderos artifices de la apariencia de las reinas. Algunos de estos oficios provenian de celebres familias artesanas desde tiempos de Carlos III, como fueron los Robredo, Viant o Pandeavenas. Estas sagas familiares estuvieron presentes hasta el reinado de Maria Cristina de Borbon, confeccionando vestidos, ropas y accesorios hasta de tres soberanas distintas. En definitiva, la autora aborda a traves de una amplia y heterogenea muestra documental los distintos oficios que construian la imagen de las reinas españolas y contribuye a enriquecer los debates sobre los mercados segmentados y poner de manifiesto las distintas posibilidades de analisis del entorno real.