Esta obra muestra la especial capacidad de la mujer para la adivinación intuitiva o natural que comprendía el delirio profético, las prácticas oraculares y los sueños premonitorios. El objeto del trabajo no es unicamente la mujer romana sino la de habla latina, es decir, la que vivia en la parte occidental del Imperio, comprendiendo por tanto la africana, germana, celta o hispana: a esta se dedica particular atencion. La obra maneja textos latinos y griegos, que en su mayor parte son analizados por primera vez, y se cierra con una exhaustiva bibliografia.
La obra estudia por primera vez las relaciones de los emperadores romanos con los ríos del Imperio en el ámbito de la religión. En una primera parte, se destacan los esfuerzos de la administración romana para imponer su dominio sobre las aguas. En la segunda parte, se atiende a las diversas formas de cruzar el rio por parte del emperador y su ejercito y por ultimo, en una tercera parte, se examinan dos casos particulares: las relaciones del poder imperial con el Tiber y el Nilo