Veintidós relatos -a medio camino entre la realidad y la fantasía- poblados por personajes de carne y hueso que la autora describe con humor, cercanía y, sobre todo, con una sorprendente capacidad de observacion. La mayoria dejan translucir una critica, velada e ironica, de la sociedad que en cada caso se describe. Aun tratandose de narraciones muy diferentes unas de otras, se desprende de la mayoria una consecuencia comun: En un mundo donde todo es disimulo, compromiso y calculo, la sociedad ni oculta nuestras faltas ni nos protege de ellas y son bien pocos los que muestran piedad hacia quienes las han cometido.
En El amargo sabor del azúcar, Sarah Álvarez de Miranda nos muestra, como en sus obras anteriores, una versión lúcida de los hechos que ha vivido. En este caso, se trata de sus experiencias en La Habana que precedio a la Revolucion castrista, a la que habia llegado, segun sus propias palabras, "cuando un si matrimonial me llevo a ella como nos lleva el viento del destino, hojas nosotros mismos en el gran arbol de la vida". Relata como la revolucion se fraguo lenta pero inexorablemente a la sombra de una sociedad que solo demasiado tarde se percataria de sus errores, que vivia ludicamente en la periferia de las cosas, y en la cual los problemas menores cobraban visos de tragedia, como cuando dos damas acudieron a la misma fiesta con identicos vestidos...Revisten especial interes los capitulos en que nos habla de su encuentro con Fidel y con el Che, o de su amistad con Julio Lobo, el rey del azucar. Son datos frescos, llenos de vida, y no fosiles sacados asepticamente de las hemerotecas. Tambien hay que destacar el cariño con que nos habla del pueblo llano, de su cubania y su inmensa alegria de vivir, caracteristica de la que tambien participaba la alta sociedad, en buena parte debido a la embriagadora geografia de la isla. A la tolerancia de los de ariba respondia el descaro de los de abajo, quitando hierro al antagonismo clasista.Estamos ante un libro atipico y ante el cual es dificil quedar indiferente. Sarah Alvarez de Miranda nos deja ver como las cosas, los hechos tienen mas de una mirada.
En esta biografía sobre Melquíades Álvarez, su nieta, Sarah Álvarez de Miranda trata de narrar tanto la azarosa vida del político, como la parte que les correspondió vivir a los familiares de este. En realidad es un trozo del espejo roto en que se convirtio la España de aquel entonces, un testimonio historico en el que se refleja el destino de tantas familias atrapadas entre odios cegadores. Fue el resultado de un pueblo sin el menor vestigio de cultura, marchando siempre a la deriva sin pulso formativo.Entre los personajes historicos que se tratan se encuentra una parte de los mas conspicuos de la España de aquellos momentos. En el relato no se intenta ocultar sus verdaderos nombres, mas bien al contrario, se exponen para que sea el lector quien saque sus propias conclusiones.La autora, en su afan de no menoscabar la realidad, llega forzandose a si misma, a contarnos detalles de una intimidad dolorosa, pero precisa, segun sus propias palabras, para que la verdad encaje sin fisuras en el entramado de esta historia.Sarah Alvarez de Miranda nacio en Madrid en 1932. Nieta de Melquiades Alvarez e hija de un artillero que murio en la Batalla del Ebro, lo que la marcara para siempre. A mi abuelo y a mi padre los perdi muchas veces a lo largo de mi vida, dira con frecuencia.Educada por profesores particulares y...
Melquíades Álvarez, mi padre, es una historia narrada dentro de otra historia, la de una joven mujer que por las circunstancias de su educación lejos de la propia familia, la hacen a la vez partícipe y testigo de la azarosa vida española acaecida durante las tres decadas del reinado de Alfonso XIII, para desembocar en la guerra civil, en la que sera miembro activo de la Quinta Columna, en la retaguardia madrileña. Por sus paginas desfilan los personajes mas famosos de la epoca sin disimulos ni partidismos, llamados por sus nombres propios y expuestos sin mascaras a los ojos del lector. La autora, en su afan de no menoscabar la realidad, llega forzandose a si misma a contarnos detalles de una intimidad dolorosa, para que la verdad encaje sin fisuras en el entramado de esta historia.
Relatos que entrelazan dosis de realidad y ficción, y que consiguen atrapar al lector en una lectura absorbente.El cuento es en el hombre tan antiguo como la risa, la música o el baile. Una necesidad del espiritu, elucubraciones que pugnan por dar salida a los sueños. En los relatos de Sarah Alvarez de Miranda es dificil saber que dosis hay de verdad o de ficcion, porque ambas estan tan entrelazadas que para entenderlos hay que esperar a los ultimos parrafos. Aun asi todo puede ser verdad o mentira.Sarah Alvarez de Miranda nacio en Madrid en 1932. Desde niña tuvo inclinacion a la soledad y el silencio, atenta siempre a los rumores de la naturaleza. Entre sus obras destacan El amargo sabor del azucar, vivencias de la revolucion cubana, y Entre dos fuegos, la experiencia de su familia durante nuestra contienda civil. Aunque ella se declara abiertamente cuentista.Sarah Alvarez de Miranda nacio en Madrid en 1932. Desde niña tuvo inclinacion a la soledad y el silencio, atenta siempre a los rumores de la naturaleza. Entre sus obras destacan El amargo sabor del azucar, vivencias de la revolucion cubana, y Entre dos fuegos, la experiencia de su familia durante nuestra contienda civil. Aunque ella se declara abiertamente cuentista.El cuento es en el hombre tan antiguo como la risa, la musica o el bail...