Al defender el mercado no he tomado el camino relativamente fácil de criticar a los socialistas «de izquierdas» que anhelan la llegada de una utopía colectivista. En lugar de ello he elegido como principal contraste a aquellos católicos «de derechas» que ven con suspicacia la sociedad de mercado. No se trata de socialistas ni de colectivistas, sino de personas fieles a la Iglesia que rechazan la empresa libre y están a favor de una amplia intervención en el mercado. Suelen estar a favor de dicha intervención porque creen que las enseñanzas de la Iglesia la requieren. Como católico ortodoxo, siento una gran simpatía por esas personas, y he formulado mi argumento teniendo en cuenta sus preocupaciones. Mientras elaboro lo que considero un argumento abrumador a favor de la economía de mercado, no cuestionaré tanto la posición doctrinal de esos católicos como su aplicación práctica en la economía, que es a menudo notablemente deficiente. Al adoptar ese punto de vista espero desarrollar un sólido argumento a favor de la economía de mercado, aclarar malentendidos habituales y conseguir en último extremo que tanto los seglares como los religiosos estén mejor informados respecto a los asuntos económicos.
Al defender el mercado no he tomado el camino relativamente fácil de criticar a los socialistas «de izquierdas» que anhelan la llegada de una utopía colectivista. En lugar de ello he elegido como pri
Descubra el secreto mejor guardado de la historia de Occidente. Prólogo del Cardenal D. Antonio Cañizares. La civilización occidental nos ha dado el milagro de la ciencia moderna, la riqueza de la economía libre, la seguridad del imperio de la ley, un sentido único de los derechos humanos y de la libertad, la caridad como virtud, un espléndido arte y música, una filosofía fundada en la razón y otros innumerables regalos que la hacen la civilización más rica y poderosa de la historia. Pero, ¿cuál es la fuente última de todos esos regalos? El autor de varios best-sellers y profesor universitario Thomas E. Woods, Jr. nos brinda la respuesta: La Iglesia católica. En Cómo la Iglesia construyó la civilización occidental usted podrá descubrir: Por qué la ciencia moderna surgió de la Iglesia católica. Cómo los sacerdotes católicos desarrollaron la idea del libre mercado quinientos años antes que Adam Smith. Cómo la Iglesia católica inventó la universidad. Por qué todo lo que usted ha oído sobre el affaire Galileo es falso. Cómo la Iglesia católica humanizó Occidente insistiendo en la sacralidad de toda vida humana. Ninguna institución ha hecho más para dar forma a la civilización occidental que los dos mil años de la Iglesia católica, y en modos que muchos de nosotros hemos olvidado o nunca sabido.