Como observa Rafael Llopis en el prólogo que abre este volumen, leer a H.P. LOVECRAFT (1890-1937) es bucear en el universo sin luz del inconsciente colectivo, traspasar los umbrales del Otro Mundo y mirar a la cara a las oscuras y amorfas divinidades de los origenes, anular temporalmente nuestros esquemas cotidianos de pensamiento y reactivar estructuras que de puro arcaicas nos resultan nuevas. Formado por cuatro relatos de Lovecraft y uno de Thomas Owen , este CICLO DE AVENTURAS ONIRICAS DE RANDOLPH CARTER -unos VIAJES AL OTRO MUNDO en busca del paraiso perdido situado en la epoca dorada y arquetipica de la infancia individual y de la especie- constituye sin lugar a dudas una de las cumbres de la literatura fantastica.
Francisco Torres Oliver ha seleccionado especialmente para esta edición una decena de relatos tomados casi en su totalidad de los primeros libros de Owen y que nos dan una idea completa, si no del conjunto de la carrera de este autor, si de su ideario en cuanto a lo fantastico se refiere. Siempre sutil, siempre acertado, el autor nos permite echar una mirada a sus mundos casi oniricos, y en ellos nos vamos a encontrar con presencias sencillas pero aterradoras. El terror de Owen no es un terror brusco; es, mas bien, algo poco definido y muy escurridizo. Nos deja entrever, mas que mostrarnoslo de manera clara y detallada, una coleccion de seres conocidos pero nuevos, con un toque fresco que nos llama la atencion, que nunca nos decepciona y que nos lleva de la mano por lugares de panico pero ya frecuentados, sencillos pero ignorados. Yo les daria un consejo: cuando empiecen a leer alguno de los relatos recogidos en este libro, no lo abandonen hasta haberlo terminado. Son muy cortos, pero es imprescindible dejarse atrapar por ellos. La ruptura de la narracion dejaria la historia en el aire con una sensacion de inacabada que dificilmente se podria recuperar una vez reanudada la lectura. Leer a Owen es una experiencia nueva que nadie que ame el genero fantastico se deberia perder de ninguna de las maneras.