El yoga no nació para la rehabilitación física, sino para la rehabilitación espiritual, pero sus incontables beneficios en el cuerpo óseo y múscular y su influencia notable en todos los sistemas que componen al ser humano desde el endocrino al inmunológico, lo han convertido en una herramienta para la salud.La mujer es más sensible a determinadas situaciones y patológias aunque paradojicamente sea el más fuerte y longévo de los dos géneros. En este libro se encontrará el conocimiento profundo del corazón de cada postura para ralizar una secuencia inteligente, segura y creativa para paliar los efectos de la menstruación, la menopausia o el parto así como herramientas para la rehabilitación y la prevención de enfermedades como el cáncer de mama.
Las herramientas más eficaces del yoga para combatir el deterioro de la salud son la cinética respiratoria (lo que en el yoga denominamos prânayama), las asanas y la meditación activa. Las técnicas de respiración del yoga van a calmar la mente y la influencia somática de esta. Sin embargo no podemos subestimar el trabajo físico para intervenir y contrarrestar los efectos de la enfermedad, lo que va a ser explicado en este manual. Posteriormente a la tabla de tonificación, nos mantendremos algunos minutos aplicando alguna técnica de relajación para la toma de conciencia de la sesión y la ruptura con todo aquello que nada tiene que ver con ésta o bien nos introducimos en el campo de la meditación. El resumen de nuestro método se va a fundamentar en estos tres pasos, igualmente importantes aunque se puedan practicar de forma independiente: respiración, asanas y meditación. Podemos concluir que la aplicación terapéutica del Yogaaporta un suplemento indispensable: la recuperación emocional gracias a su entrenamiento progresivo para la resistencia a los impactos que vulneran nuestro sistema psíquico, aprendiendo a vivir con estrés, pues si conocemos su mecanismo perfectamente, podemos desmontar sus consecuencias, dado que es imposible vivir al margen de éste.
Este libro, el primero que explora en profundidad la materia, es un manual imprescindible para la correcta aplicación del yoga de cara a prevenir y combatir numerosas enfermedades y patologías, algunas de ellas de incidencia cada día más frecuente.// Las herramientas más eficaces del yoga para mitigar el deterioro de la salud (cinética respiratoria, asanas y la meditación activa) son desarrolladas en esta novedosa obra de un modo eminentemente práctico, con vistas a su implementación por el lector, que encontrará en ellas un poderoso refuerzo terapéutico. De su aplicación se derivará un beneficio inestimable: la recuperación emocional, que gracias al entrenamiento progresivo para la resistencia a los impactos que debilitan nuestro sistema psíquico, nos permitirá controlar y dominar el temido estrés. // Una obra de referencia, pues, tanto a nivel teórico como práctico, que abre vías insospechadas para lograr una salud integral y plena.
El yoga utiliza un lenguaje no ordinario, místico y que directamente se mueve entre el espíritu, el empirismo y la física cuántica. Sus conceptos pueden extrapolarse, pero nunca definir lo mismo con aquello que lo comparásemos: un chakra es un chakra y no un centro nervioso, pues uno está llamado a sobrevivir a la funda del cadáver y el otro terminará convirtiéndose en el almuerzo de los gusanos de los cementerios. El léxico, ideario y método propuesto por el yoga se revela como un patrimonio exclusivo, aunque sus prácticas vayan a coincidir con muchos ejercicios espirituales propios de los jesuitas: el uso del silencio, del retiro, del ayuno, la vigilia nocturna, las plegarias... sin embargo, ni reprime ni amortigua la libertad de cualquier otra actividad, sino que encauza (o se entrega) a lo que en las tradiciones judeocristianas y su multitud de escuelas, conocen como tentaciones: los artificios del pecado, las argucias con las que se vale nuestro instinto para romper ese conjunto de leyes arbitrarias que el Dios impuso en el desierto a las tribus que le rendían homenaje y así seleccionar a aquellos que merecían ser dignos de contemplarle en toda su magnitud.