A Orejo el conejo le encantan las cosas de color, suaves y alegres, ¡pero siente una auténtica debilidad por todo lo que es redondo como su barriguita! O redondo como su madriguera en la colina, o las bayas dulces y maduras que crecen en los matorrales, o un globo, una pelota de colores, una pompa de jabón o una naranja... ¡Cuántas cosas redondas!
A la rana Diana le encanta la tranquilidad de su charca y mirar al cielo. Siente mucha curiosidad por todo lo que le rodea y quiere conocer el mundo. Por eso le pide a la nube viajera que le cuente q
Todos los animales de la granja, antes de dormir, miran al cielo en busca de la estrella más grande y luminosa, y piden un deseo... ¿Con qué soñar&aacu