When teenagers Kenneth and Corrie Tyler venture to their father's graveside they make a horrific discovery: their father is not buried in the casket they bought for him. The undertaker, Fenton Breece, has been grotesquely manipulating the dead. Armed with incriminating photographs, Tyler faces a desperate pursuit through eerie backwoods filled with tangled roads, rusted machinery, lost families and witches, and the most compelling Southern Gothic novel of the year
Ya nadie recoge el maíz y los cimientos de la casa original han sido invadidos por la maleza. Los barracones de los esclavos hace tiempo que se vinieron abajo y los vestigios del cementerio familiar ya casi ni se ven. Solo se mantiene en pie el viejo cobertizo y la casa nueva, de la que los actuales propietarios no quieren saber nada. Llevan años intentando venderla, pero no hay manera. Alli ocurrieron cosas. Hay testimonios. La maldicion de la casa Beale. Hasta se publicaron libros y articulos sobre el tema. Dos paginas en la revista Life. Un legado de sangre y violencia que, aun hoy, sigue atrayendo a los morbosos. Los del pueblo, sin embargo, no se acercan. Saben que lo mejor es no trastear con esas historias, dejar el bosque en paz, y asi se lo advierten a David Binder, que acaba de alquilar la propiedad de los Beale con su mujer y su hija. Binder intuye que en la leyenda de Virginia Beale, la Reina de las Hadas del Valle Embrujado, hay buen material para la novelucha de genero que, segun su agente, le hara salir del bloqueo en el que lleva sumido desde el exito de su opera prima. Pero hay miedos mucho peores que el pavor a la pagina en blanco, y el proyecto de Binder no tardara en convertirse en una obsesion devastadora. Si alguien aporrea la puerta en mitad de la noche, no abra. Si alguien llama por telefono, no lo coja. Al final es siempre uno mismo el que deja entrar esas cosas. Aquel viejo de la plaza sabia de lo que hablaba. La casa no los quiere alli.
Nathan Winer trabaja sin saberlo para el hombre que mató a su padre, Dallas Hardin, un déspota que tiene a todo el pueblo metido en el bolsillo y que le ha contratado para construir un garito clandestino en mitad del bosque. Alcohol ilegal, putas, soldados borrachos y timbas de póquer. La joven y tórrida Amber Rose sabe que seducir a Winer es su única posibilidad para escapar de los tejemanejes de Dallas. Toma el sol mientras él se desloma. Entretanto, el solitario William Tell Oliver, anciano exconvicto, conocedor de la historia y apesadumbrado por la culpa, contempla desde su porche cómo avanza el mal desde el abismo. La inundación en Mormon Springs ha vomitado un cráneo y, con una inevitabilidad casi magnética, todo parece conducir a la violencia.
Un legado de sangre y violencia que sigue atrayendo a los morbosos. Los del pueblo no se acercan. Saben que lo mejor es no trastear con esas historias y así se lo advierten a Binder, que acaba de alquilar la propiedad de los Beale con su mujer y su hija. Binder intuye que en la leyenda de Virginia Beale hay buen material para la novelucha de genero que le hara salir del bloqueo en el que lleva sumido desde el exito de su opera prima.