Escritor y naturalista angloargentino, hijo de colonos norteamericanos instalados en el entonces partido de Quilmes, en la provincia de Buenos Aires. A los 32 años se establece en Inglaterra y comienza a escribir su larga obra como novelista, naturalista y memorialista. La obra de Hudson más apreciada la constituyen los relatos inspirados en su etapa americana: Allá lejos y tiempo atrás (1918) y sus novelas La Tierra purpúrea (1885) y Mansiones verdes (1904). Como naturalista y ornitólogo dejó una copiosa bibliografía. De ella hemos publicado en esta editorial: Días de ocio en la Patagonia, y A pie por Inglaterra, fruto de sus caminatas por el país.
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Admirado por maestros como Joseph Conrad, Jorge Luis Borges, Virginia Woolf o Miguel de Unamuno, W.H. Hudson es sin lugar a dudas el gran escritor de la naturaleza y su obra enlaza un cierto espíritu romántico con el interés contemporáneo por el medio ambiente. Publicada originalmente en 1904, Mansiones verdes no sólo es una extraordinaria meditación sobre ese increíble universo que es la selva amazónica, sino también una gran historia de amor entre una india salvaje llamada Rima y Abel, un aventurero venezolano que huye de una fallida conspiración para derrocar al gobierno de su país.
Una selección de entrañables anécdotas ecológicas por el autor de la obra maestra de renombre mundial La Tierra Púrpura. Un clásico internacional y uno de los escritores predilectos del muy selectivo J. L. Borges.Joseph Conrad detecto su gran calidad literaria alabando su naturalisimo estilo que "brotaba como la hierba". Hudson pergeño varias obras maestras de la novelistica mundial como La tierra purpura por las que es recordado primordialmente; pero, asimismo, escribio otras obras magnificas y de gran talla literaria como es la presente, en donde, sin el artificio novelistico ni la exigencia narrativa biografica, manifiesta su categoria de gran escritor capaz de extraer interes y poesia de hechos en apariencia insignificantes: recuerdos nostalgicos de su juventud en la Pampa, conversaciones con simpaticas niñas -en curiosa vena Lewiscarroliana-, experiencias relativas a pajaros -su gran pasion-, y anecdotas ocurridas en remotas aldeas o parajes salvajes ingleses.
Hay muchas razones para concluir que la prosa de William H. Hudson seduce con la fuerza de los grandes maestros. La cincela una nostalgia por la vida salvaje y libre en las Pampas de su juventud; pero tambien una exquisita utilizacion del lenguaje que compone un idilio literario con los sucesos de la naturaleza. A ello dedico su obra literaria y sus escritos como naturalista y ornitologo, convencido siempre de que no hay mayor desatino que el de volver la espalda a la sabiduria de sus ciclos, sus misterios y su mistica.En 1871 Hudson se dispone a viajar por la Patagonia para observar sus aves, pero un accidente le retiene en la provincia de Rio Negro donde permanece varios meses. Su viaje se convierte en una excusa para reflexionar sobre la experiencia de la contemplacion como via para explorar las regiones sensibles del alma. Conocido como el Thoreau argentino y como el Principe de los Pajaros, levanto encendidos elogios entre los escritores de su generacion, entre ellos Robert Cunningham Graham, Ford Madox Ford, Joseph Conrad o el grupo de Bloomsbury y tambien cosecho la estima de Jorge Luis Borges, Cesar Aira o Ricardo Piglia.Un testimonio sobre la vida de los colonos y gauchos a finales del XIX y de la paulatina desaparicion de las poblaciones indigenas de la Patagonia; pero, sobre todo, una mirada experta a la fauna y aves de esta region que deja descripciones memorables. Un clasico de la literatura naturalista.No habia ningun escritor que no reconociera que era el mas grande narrador vivo de la lengua inglesaFord Madox Ford Nuestras cosas no han tenido poeta, pintor ni interprete semejantea Hudson, ni lo tendran nuncaEzequiel Martinez Estrada