Libros de Economía internacional, página 41 de 127

Los recursos naturales cimentan el poder de los dictadores del mundo. Autócratas como Putin y los príncipes saudíes invierten el dinero del petróleo en armas y represión. Las milicias del Estado Islámico y el Congo utilizan el dinero del petroleo en atrocidades y municion. Desde hace decadas los regimenes autoritarios y extremistas, financiados por estos recursos, han forzado interminables crisis en Occidente, y la verdadera fuente de su dinero somos nosotros, los consumidores occidentales, pagando en la gasolinera y en el centro comercial.En este libro de gran alcance uno de los principales filosofos politicos del momento, Leif Wenar, analiza las reglas ocultas que amenazan la democracia y el desarrollo y que nos vinculan con las personas mas peligrosas del mundo. Petroleo de sangre nos muestra como se puede liderar una revolucion pacifica acabando con esta dependencia.Los filosofos raramente escriben grandes libros que pueden cambiar el mundo, pero Petroleo de sangre es ese tipo de libro. Peter SingerNos revela el lado oscuro de la red de comercio que mueve la economia mundial y las consecuencias negativas sobre los paises que exportan petroleo... Un libro muy interesante. Moises Naim...La guia indispensable para con- tarnos como y porque somos todos responsables y que debemos hacer para consegui...

Sin complejos, partiendo de un punto de vista marxista, `La larga depresión` sostiene que la economía mundial está aún agónicamente inmersa en una gran recesión. Argumentando que la rentabilidad del capital es hoy demasiado baja, y que la deuda acumulada es demasiado alta, Michael Roberts presenta aqui, de forma muy convincente, su teoria de que la recesion actual persistira hasta que la rentabilidad del capital se restablezca a traves de una nueva depresion economica.`La larga depresion` es un impresionante analisis de la crisis economica global. Reuniendo una amplia variedad de evidencias, Michael Roberts contrargumenta las explicaciones simplistas y superficiales de los comentaristas del `establishment0 (y de muchos otros economistas `alternativos`) mostrando en su lugar como los origenes de esta crisis estan directamente relacionados con el declive del rendimiento capitalista. - Tony Norfield, autor de `The City: London and the Global Power of Finance`.

Between 1820 and 1990, the share of world income going to today s wealthy nations soared from twenty percent to almost seventy. Since then, that share has plummeted to where it was in 1900. As Richard Baldwin explains, this reversal of fortune reflects a new age of globalisation that is drastically different from the old.In the 1800s, globalisation leaped forward when steam power and international peace lowered the costs of moving goods across borders. This triggered a self-fueling cycle of industrial agglomeration and growth that propelled today s rich nations to dominance. That was the Great Divergence. The new globalisation is driven by information technology, which has radically reduced the cost of moving ideas across borders. This has made it practical for multinational firms to move labor-intensive work to developing nations. But to keep the whole manufacturing process in sync, the firms also shipped their marketing, managerial, and technical know-how abroad along with the offshored jobs. The new possibility of combining high tech with low wages propelled the rapid industrialisation of a handful of developing nations, the simultaneous deindustrialisation of developed nations, and a commodity supercycle that is only now petering out. The result is today s Great Convergence.Because globalisation is now driven by fast-paced technological change and the fragmentation of production, its impact is more sudden, more selective, more unpredictable, and more uncontrollable. As The Great Convergence shows, the new globalisation presents rich and developing nations alike with unprecedented policy challenges in their efforts to maintain reliable growth and social cohesion.

Esta publicación recoge las conferencias y ponencias presentadas en la XXXIII Semana de Estudios de Derecho Financiero que tuvo lugar en Madrid en 1985.Tras la sesión de apertura “La incidencia del D